Los dos peores presidentes de la historia de España, Zapatero y Pedro Sánchez, son ambos solemnes: el primero bobo, y algunas cosas más, y el segundo mentiroso, y también algunas cosas más, como despótico y autocrático, por ejemplo.
En esta impresentable España bajo la batuta de este
inepto, no hay ni esfuerzo, ni ánimo, ni trabajo, etc, habiendo sin embargo
todo tipo de control al más puro estilo de un sistema totalitario, sin respeto,
sin orden, sin libertad, etc.
En estos momentos estamos poco menos que en una
situación desesperada por mor de este desgobierno que, entre otras cosas, no le
interesa para nada qué es España, como tampoco le interesa el Estado de Derecho,
ya que está dominando y avasallando todas las corporaciones, todas las
instituciones, todas las asociaciones, todos los organismos, etc, por medio de personas, “personos” y
“persones” con nula o escasa preparación,
sin ningún mérito o sin ninguna titulación, aunque lo que priva es la
ideología amén del sectarismo.
Lo que sí interesa de España es su división y ruptura,
para que se regrese a las dos Españas y terminar con la concordia, con la
armonía, con la coexistencia pacífica y demás, reabriendo otra vez las heridas
que habían desaparecido hace años. Todo lo que simbolice la unidad de España es
brutalmente atacado de forma directa, o subliminal. Ahí están los ataques y
supresiones de nuestro idioma en varias autonomías, considerándose algunas como
“nación”.
Por otra parte, estos dos “solemnes” buscan y crean
problemas donde no los haya, para mostrar una realidad que es fabricada por
ellos, realidad que se expresa y se ve en la inseguridad ciudadana.
Si a todo esto unimos que los amigos del terror, de
las dictaduras “narcóticas” y populistas, están en el desgobierno de su
“Sanchidad” en sus ¡22 ministerios!, llegamos al
desiderátum.
En fin, gracias a estos dos “solemnes”, estamos en
esta desastrosa situación: al borde del abismo.
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