lunes, 26 de septiembre de 2022

El silencio atronador


 Hemos empleado varias veces en nuestros escritos el oxímoron “el silencio atronador”. Y lo seguimos empleando por lo que vamos a ver a continuación.

En Irán se están asesinando a todo tipo de personas por motivos religiosos, como por ejemplo llevar mal puesto el velo, o dejar a la vista una porción del pelo. Otra mujer de profesión abogada, está más tiempo en la cárcel que en libertad por el mero hecho de defender la libertad y los derechos humanos de aquel país. Ni qué decir tiene que cuando les interesa aplican la pena de muerte y nadie rechista, aunque muchas personas ante estas monstruosidades huyen al extranjero, con la consiguiente pena de dejar familiares, amigos, etc.

Toda manifestación y protesta en las que participen mujeres, se liquidan con muertes, detenciones, encarcelamientos, etc. Ni qué decir tiene que los testimonios y denuncias de los hombres, aunque sean mentiras, son creíbles, mientras que los de las mujeres, aunque sean verdaderos, ni se creen.

La situación en aquel país es demencial: si se pide libertad, cárcel inmediata; si se pide que haya derechos humanos y respeto, la tortura está servida; las personas que piensan distintamente, se les prohíbe el acceso a varios sitios, como por ejemplo, a la universidad ¡No digamos ya nada si se tienen diferentes pensamientos religiosos!

¿Y qué dicen las personas de la internacional de la mentira, del odio y del terror, amén de las feministas? Pues como siempre, silencio atronador. Para esta camándula tiene más importancia que una niña de 16 años pueda abortar, sin saberlo sus padres, o que haya relaciones sexuales entre niños, niñas y “niñes”. Así son de degenerados y de cobardes.



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