Parafraseando al manifiesto
comunista con aquello de “un fantasma
recorre Europa”, en España, desde hace tiempo, también la recorre un
fantasma: el de la casta política con sus prebendas, momios, sinecuras y corrupciones.
No hay nada más que echar un vistazo a las leyes, normas, reglas,
“aforamientos”etc, para darse cuenta del enorme abismo que existe entre la
realidad del país y la “legalidad”.
Las instituciones y organismos,
tanto del gobierno central como los de los reinos taifas de este impresentable
e irreconocible país, no se rigen más que por intereses políticos y partidistas.
Tanto el Parlamento, como el TC, CGPJ, Fiscalía, Hacienda y demás, sólo son
edificios. Se hacen todo tipo de manejos, artimañas, tretas, manipulaciones,
etc, para que ciertos miembros, “miembras” y “miembres”, se salgan con la suya
y hagan lo que les dé la gana.
D. Joaquín Costa Martínez, economista,
historiador, político y jurista, que en nada se parece a los de ahora y que fue
el mayor exponente del movimiento español del siglo XIX conocido con el nombre
de Regeneracionismo, decía en 1901:
"A un Estado de
derecho regular y perfecto, se opone en España un Estado
de hecho que lo hace ilusorio, resultando que tenemos todas las
apariencias y ninguna de las realidades de un pueblo constituido según ley y
orden Jurídico. (...). Un régimen de pura arbitrariedad, en que no
queda lugar para la ley (...). El subsecretario del Ministerio, hablando en
confianza, me decía: 'No se mate usted, señor Costa; si quiere alcanzar
justicia, hágase diputado. En España no somos hombres libres, no gozamos la
plenitud de la capacidad jurídica más que los diputados a Cortes, los senadores
y los directores de los periódicos de gran circulación. Los demás son personas
jurídicamente incompletas'."
No
hacemos ningún comentario sobre este párrafo porque se comenta por sí solo.
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