martes, 10 de mayo de 2022

Personajes históricos. Isabel la Católica ( y I I )



Continuamos con personajes históricos,  algunos de ellos ignorados por la inmensa mayoría al ser borrados de la Historia por motivos ideológicos y políticos. Hoy veremos algo sobre Isabel la Católica.

El anterior artículo lo terminábamos diciendo que el rey de Portugal, absurdamente, quería para Juana la Beltraneja” el trono de Isabel. Al mando de un poderoso ejército de 20.000 hombres se internó hasta el mismísimo corazón de Castilla.

Ante esta circunstancia, Isabel no se acobardó. Todo lo contrario. Montó a caballo y recorrió todo el reino buscando tropas, consiguiendo un ejército perfectamente instruido, ya que Fernando era un experto militar.

Aparte de esto, esta valerosa mujer se encargó de la intendencia para asegurar comida para su ejército. En la batalla de Toro, 1 de marzo de 1476, se obtuvo la victoria sobre el ejército portugués.

Una vez terminada esta guerra se dedicó a impartir justicia, ya que durante el reinado de Enrique IV los tribunales  eran enormemente corruptos. Para enderezar esto, ella misma iba  por los pueblos distribuyendo y administrando la justicia correctamente como si fuese un juez ambulante. Su proceder era tan justo que el pobre y el oprimido acudía a ella, y por el contrario los poderosos la rehuían.

Por aquellos tiempos, en el sur de España había casi tres millones de moros que estaban constantemente hostigando y saqueando pueblos y aldeas, a pesar de la tregua que había. En diciembre de 1481 el rey moro de Granada rompió unilateralmente dicha tregua, convirtiéndose España en un enorme campo de batalla. Para ayudar a Isabel y a Fernando en esta terrible guerra, llegaron tropas de Inglaterra, Irlanda y Francia, que se pusieron a las órdenes de los monarcas. El asunto ya sabemos cómo terminó: expulsión y victoria sobre los moros en el año 1492 con la rendición de Granada.

Unos años antes, se había presentado en Córdoba ante Isabel un marino genovés con un extraño proyecto para conquistar nuevas tierras. Este proyecto fue aprobado inmediatamente por la reina, pero rechazado por su esposo Fernando, que era más reservado y calculador.

En 1488 volvió el marino genovés, Cristóbal Colón, a presentarse ante la reina de nuevo, quien solamente pudo darle dinero,  diciéndole que esperase un poco a ver si se terminaba de una vez la guerra contra los moros. Una vez terminada ésta, volvió Colón y obtuvo el mismo resultado: no habría ayuda para la empresa.

Sin embargo el asunto llegó a oídos de Luis Santángel, que era un rico funcionario de la corte y se interesó por la empresa. El funcionario y la reina convencieron a Fernando y la empresa se llevó a cabo. Era poco el dinero que había que desembolsar y mucho el que ganar. Del puerto de Palos salieron La Niña, La Pinta y La Santa María. El resto, ya se sabe.





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