Como ya sabrán (hay que “recuperar la memoria histórica”), decía el conde de Romanones en sus tiempos: “Que ellos hagan las leyes y a mí dejadme los reglamentos”.
El “pueblo soberano”, obviamente, no se entera de
nada: ni de innovaciones, ni de invenciones, ni de novedades, ni de reformas,
ni de cambios, ni de nuevas leyes, “reglas”, etc, etc. Para eso están los
“mass-media” lameculos del régimen y el “ente”. Lo que se busca ahora son emociones,
agitaciones, vibraciones, etc, como está sucediendo con la regla de tres, y con
la de muchas y “muches”. Hay que dar paso a la imaginación del “pueblo
soberano”, oiga, lo que provoca que no se reflexione, ni se recapacite estoicamente,
aceptando cualquier doctrina política maquiavélica que nada tiene que ver con
la tan cacareada democracia.
En cuanto a la regla de muchas y “muches”, suponemos
que la señora que cuida a los hijos de Irene Montero (¿o será “Irena”?) cuando
tenga la baja “reglamentaria”, tendrá que contratar a un hombre, ya que si
contrata a otra mujer tendrá que vérselas también con el “reglamento”.
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