miércoles, 4 de mayo de 2022

Personajes históricos. Isabel la Católica ( I )


 Continuamos con personajes célebres,  algunos de ellos ignorados por la inmensa mayoría al ser borrados de la Historia por motivos ideológicos y políticos. Hoy veremos algo sobre Isabel la Católica.

Si hubo una reina verdaderamente grande y que supo ser tal, fue Isabel I de Castilla, o Isabel la Católica.

Esta mujer, hija del rey de Castilla, nació, nació el 22 de abril de 1451 en Madrigal de las Altas Torres, nombre este que provenía de la fortificación de aquel lugar con elevadas torres para protegerse de la invasión morisca procedente de África. Y fue allí donde precisamente 600 años antes los cristianos resistieron a la citada invasión.

Mujer inteligente y de gran corazón, poseía una férrea voluntad, características éstas que fueron suficientes para desplegar las velas de un desconocido genovés, que lo llevaría a descubrir uno de los secretos más grandes de la Historia de la humanidad.

El panorama de la España de su juventud era desolador: un rey en Castilla, otro en Aragón y los moros afincados en el sur, concretamente en Granada. Cuando tenía 17 años tuvo tres pretendientes: el rey de Portugal, que era el que prefería para ella su medio hermano Enrique; el duque de Berri, hermano del rey de Francia y Fernando de Aragón, que era su preferido, además de ser querido por el pueblo de Castilla.

El citado Enrique, que era Enrique I V, al que apodaban “el impotente”, al ver que su media hermana se había decantado por Fernando de Aragón, la amenazó con el arresto, ante lo cual Isabel tuvo que huir de Madrigal, lo que no le impidió comunicarse con Fernando. Éste inmediatamente preparó el proyecto para contraer matrimonio con Isabel. La oportunidad que se les presentaba a ambos contrayentes para unir a la España cristiana, era única.

“El impotente”, que tenía espías por todos los sitios, no tardó en recibir la noticia de esta decisión de Isabel. Para impedir que Fernando entrara en Castilla, y con el objeto de capturarlo, dispuso guardias en todos los puntos fronterizos. Fernando, disfrazado de arriero, harapiento y poco aseado, no fue reconocido por ningún guardia.

Poco tiempo después, Fernando se vio con su prometida en el palacio de Valladolid, y ya no hubo nada que hacer: a los pocos días, concretamente el 19 de octubre de 1469, contrajeron matrimonio aquellos dos muchachos. Con esta unión, una nueva España se consolidó.

Quizá la característica más destacada de este matrimonio ha ya sido que nunca tomaron decisiones sin consultarse mutuamente. Incluso las órdenes que daban también eran consultadas. Probablemente venga de ahí el “Tanto monta, monta tanto, Isabel como Fernando”.

Como recordarán, el rey de Portugal pretendía absurdamente  para Juana la Beltraneja” el trono de Isabel. Al mando de un poderoso ejército de 20.000 hombres se internó hasta el mismísimo corazón de Castilla.

Continuará.



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