Hay mucha gente, preferentemente comunistas y socialistas, que se le llena la boca con “lo público”: enseñanza pública, sanidad pública, industria pública, etc, etc. La verdad es que lo público no funciona. Nosotros hemos trabajado muchos años en una empresa pública y lo hemos comprobado. Cuando había miles y miles de millones de pérdidas, el problema se solucionaba por medio de papá estado, que extendía un cheque para sanear tales pérdidas, cheque que estaba sacado de las “correas” del resto de los españoles que nada tenían que ver con dicha empresa. Pasados unos años, se privatizó y hoy va viento en popa, a pesar de la crisis.
Esa “cosa pública”, como es sabido, está gestionada por políticos que, por mor del respeto a sus respectivas ideologías, frenan libertades y valores del individuo, entre otras cosas.
Ya Marco Tulio Cicerón decía: “Senatores boni viri, senatus autem mala
bestia”, cuya traducción sería “Los senadores son buena gente; el
Senado es una mala bestia”, aunque en estos tiempos el Senado sobra.
Por otra parte, “lo público” genera muchísima corrupción, como está
sobradamente comprobado y visto, aunque la “gauche divine”, que diría Carlos
Semprún Maura, no lo quiera ver.
Recomendaríamos a toda esta tropa leer “La corrupción en la Unión Soviética”,
autor Ilia Zemtsov, Editorial Plaza & Janes, S. A., 1.977, 216 páginas.
El autor, sociólogo, fue profesor en el “Instituto Lenin” de Bakú, capital de
Azerbayán, que había sido invadida en 1.920 por el ejército rojo de la URSS, y
ejerció las funciones de jefe del Departamento de Información en el Comité
Central del partido comunista. Por tanto, conocía muy bien el sistema. Este
libro lo hemos comentado en este blog con fecha 2 de noviembre de 2016.
También recomendaríamos leer “La unión Soviética. De la utopía al
desastre”, libro también comentado en este blog en febrero de 2.018.
Pero, claro,
esto de leer es mucho pedir.
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