Evidentemente este dicho popular tiene razón: los
nuevos años a partir de 2018, nos trajeron una vida nueva con la subida de impuestos,
como ya saben. Se gravó la luz, el gas, carburantes, tabaco, alcohol, IRPF, IVA
de material plástico, así como el de las bebidas azucaradas (A lo mejor este
gobierno quiere protegernos de la diabetes, oiga).
Pero, claro, de reducir el gasto público, de suprimir
subvenciones, así como eliminar ministerios, “asesores”, secretarías de Estado,
autonomías y un largo etc, caca de la vaca flaca.
Como ya saben también, de las ayudas a las empresas
nada de nada. Esta banda que nos desgobierna se cree que con la subida de
impuestos se va a recaudar más. Lo que sí será más, será la pobreza en la que
nos van a sumir, por mucho que nos hablen de los fondos europeos.
Pero es igual: el año nuevo es el año nuevo, oiga.
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