Como decíamos en nuestro anterior artículo, en éste veremos someramente la organización del poder político en Roma.
Como nos cuenta la
Historia, la vida política en Grecia se
circunscribía a la Polis (ciudad) hasta la llegada de Alejandro Magno que, como
es sabido, la citada vida política
adquirió dimensiones imperiales, sin llegar a ser tal, siendo además muy
inestable. Fue con la llegada de Roma cuando en realidad se hizo la primera
expansión política que supo, entre otras cosas, organizar de forma inteligente
la autoridad. Esta actitud y aptitud para organizar dicha autoridad, hizo que
una pequeña polis, Roma, organizase y expandiese el mayor imperio, en tiempo y espacio, que se había conocido
hasta aquellos momentos, y que duraría doce siglos, haciendo cumplir sus leyes
en todo su territorio.
Roma, en sus conquistas,
no actuó de forma despótica machacando a sus enemigos. Se daba cuenta perfectamente
que esto en realidad no era una verdadera conquista. Tomó nota de la actuación
de otros pueblos más antiguos con los vencidos, a los que se les despojaba de
toda dignidad, dignidad que Roma aportó y transmitió a sus vencidos, dándoles
la oportunidad de llegar incluso hasta el Senado.
Como se recordará, la
extensión de este vasto Imperio Romano era de unos siete millones de km2,
y abarcaba desde el Atlántico hasta el Golfo Pérsico, llegando hasta el Mar
Caspio y las tierras próximas al Danubio y al Rhin. Viendo esta enorme
extensión, surge una pregunta: ¿cómo le fue posible a Roma mantener la unidad
política, no solamente por las dificultades de la enorme extensión citada, sino
también por las distintas idiosincrasias de los pueblos que iba conquistando?
La respuesta parece obvia: por medio del Derecho, que hace que vayan
desapareciendo enfrentamientos, luchas y discordias entre los pueblos que van
conquistando, siendo lo más importante la desaparición de las lenguas locales
en beneficio del latín.
Los pueblos
extranjeros (bárbaros) van aceptando
este Derecho romano porque se dan cuenta que algún día podrán ser ciudadanos
romanos.
Toda esta unidad política
y elaboración jurídica, está en el famoso Código de Justiniano, publicado en el
año 534, que es el pilar del derecho positivo occidental. En este Código se
contemplan las principales instituciones humanas naturales: la familia y la
propiedad.
Continuará.
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