sábado, 24 de abril de 2021

Poesía del Siglo de Oro, Los mejores romances de la lengua castellana y Rimas y Leyendas de Bécquer ( V )


 


Continuamos con los libros “Poesía española del Siglo de Oro”, Ediciones 29, Madrid 1990, 113 páginas, "Los mejores romances de la lengua castellana", Edicomunicación, S.A., 1999, 256 páginas, y “Gustavo Adolfo Bécquer. Rimas y Leyendas”, Editorial EDIMAT LIBROS (Ediciones y Distribuciones Mateos), Madrid 1999, 317 páginas incluido “Índice”.

En la página 17 del primer libro, aparece una poesía intitulada “Villancico”, autor Cristóbal de Castillejo (1492-1550). Se lee:

“Aquí no hay

sino ver y desear;

aquí no veo

sino morir con deseo.

Madre, un caballero

que estaba en este corro

a cada vuelta

hacíame el ojo.

Yo, como era bonica,

teníaselo en poco.

Madre, un escudero

que estaba en esta baila

a cada vuelta

 asíame de la manga.

Yo, como soy bonica,

teníaselo en nada”

En las páginas 68 y 69 del segundo libro, aparece “Romance de la busca de Don Beltrán”. Se lee:

“Por la matanza va el viejo,

por la matanza adelante;

los brazos lleva cansados

de los muertos rodear:

vido a todos los franceses

y no vido a don Beltrán.

Siete veces echan suertes

quién les volverá a buscar;

echan las tres con malicia,

las cuatro con gran maldad:

todas siete le cupieron

al buen viejo de su padre.

Vuelve riendas al caballo,

y él selo vuelve a buscar,

de moche por el camino,

de día por el jaral.

En la entrada de un prado,

saliendo de un arenal,

vido estar en esto un moro

que velaba en un adarve:

hablóle en algarabía,

como aquel que bien lo sabe:

.- Caballero de armas blancas,

¿si lo viste aquí pasar?

Si lo tienes preso, moro,

a oro te lo pesarán,

y si tú le tienes muerto

désmelo para enterrar

porque el cuerpo sin el alma

muy pocos dineros vale.

.- Este caballero, amigo,

dime tú, ¿qué señas ha?

.- Armas blancas son las suyas,

y el caballo es alazán,

y em el carrillo derecho

él tenía una señal,

que siendo niño pequeño

se la hizo un gavilán.

.- Ese caballero, amigo,

muerto está en aquel pradal;

dentro del agua los pies

y el cuerpo en un arenal:

siete lanzas tenía

pásanle de parte a parte”

En las páginas 33 a 36 del tercer libro aparece la rima V de Bécquer. Se lee:

 

“Espíritu sin nombre,

Indefinible esencia,

Yo vivo con la vida

Sin formas de la idea.

Yo nado en el vacío,

Del sol tiemblo en la hoguera,

Palpito entre las sombras

Y floto con las nieblas.

Yo soy el fleco de oro

De la lejana estrella,

Yo soy de la alta luna

La luz tibia y serena.

Yo soy la ardiente nube

Que en el ocaso ondea,

Yo soy del astro errante

La luminosa estela.

Yo soy nieve en las cumbres,

Soy fuego en las arenas,

Azul onda en los mares,

Y espuma en las riberas.

En el laúd soy nota,

Perfume en la violeta,

Fugaz llama en las tumbas

Y en las ruinas yedra.

Yo atrueno en el torrente

Y silbo en la centella,

Y ciego en el relámpago

Y rujo en la tormenta.

Yo río en los alcores,

Susurro en la alta yerba,

Suspiro en la onda pura

Y lloro en la hoja seca.

Yo ondulo con los átomos

Del humo que se eleva

Y al cielo lento sube

En espiral inmensa.

Yo, en los dorados hilos

Que los insectos cuelgan,

Me mezco entre los árboles

En la ardorosa siesta.

Yo corro tras las ninfas

Que en la corriente fresca

Del cristalino arroyo

Desnudas juguetean.

Yo, en bosque de corales

Que alfombran blancas perlas,

Persigo en el océano

Las náyades ligeras.

Yo, en las cavernas cóncavas

Do el sol nunca penetra,

Mezclándome a los gnomos,

Contemplo sus riquezas.

Yo busco de los siglos

Las ya borradas huellas,

Y sé de esos imperios

De que ni el nombre queda.

Yo sigo en raudo vértigo

Los mundos que voltean,

Y mi pupila abarca

La creación entera.

Yo sé de esas regiones

A do un rumor no llega,

Y donde informes astros

De vida un soplo esperan.

Yo soy sobre el abismo

El puente que atraviesa,

Yo soy la ignota escala

Que el cielo une a la tierra.

Yo soy el invisible

Anillo que sujeta

El mundo de la forma

Al mundo de la idea.

Yo en fin soy ese espíritu,

Desconocida esencia,

Perfume misterioso

De que es vaso el poeta”.

Continuará.




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