Tal día como hoy
13 de abril, pero de 1943, fue descubierta la masacre perpetrada por el
ejército soviético por orden de Beria y de Stalin. Dicha masacre había tenido
lugar en 1940, y en ella fueron asesinados, militares, políticos, artista,
intelectuales, sacerdotes cristianos, etc.
Como sabrán, en
agosto de 1939 se firmó el pacto nazi-soviético (recomendamos leer nuestro
artículo “LXXX aniversario del comienzo
de la II Guerra Mundial ( I ). Pacto nazi-soviético: Stalin brinda por Hitler”,
insertado en este blog con fecha 11 de mayo de 2019), pacto de “no agresión”
entre la URSS de Stalin y la Alemania de Hitler. En ese pacto se contemplaba el
reparto de Polonia. Y tal “reparto” empezó por el Este de este país con la
entrada de las tropas soviéticas que, según iban capturando prisioneros
polacos, los llevaban a lugares lejísimos.
Lavrenti Beria,
que fue eliminado en los tiempos de Kruschev, y que entre otras cosas había
dado la orden de asesinar a Leon Trotsky cuando se encontraba en Méjico, orden
que fue ejecutada por el comunista catalán Ramón Mercader, pues eso, el citado
Beria escribió una carta secretísima el 5 de marzo de 1940 dirigida a Stalin y a sus subordinados de la
temible NKVD, luego KGB, en la que se recomendaba la ejecución de los
prisioneros polacos porque eran “permanentes e
incorregibles enemigos del poder soviético”. Dicha carta, después, contó
con el beneplácito de Stalin, como es obvio.
En la primavera de ese año 1940, el bosque
de Katyn, a la sazón territorio perteneciente a la URSS, fue el sepulcro de
22.000 polacos vilmente asesinados, para no perder la costumbre, de un tiro en
la nuca. Ni qué decir tiene que la Unión Soviética negó tal masacre, echando la
culpa a la GESTAPO nazi.
Con el derrumbe de la URSS, y con motivo
de la “perestroika”, la verdad salió a la luz. El politburó de la ya carcomida
URSS, publicó en 1990 los documentos referentes a la masacre. Posteriormente,
en 1991, Gorbachov entrega a Boris Yeltsin la documentación en la que iba la
carta de Beria a Stalin.
En 1995 Boris Yeltsin promueve el
levantamiento de monumentos en recuerdo de las víctimas de la masacre.
Estos y otros crímenes cometidos por el
comunismo en todo el mundo, ¿no son suficientes para condenar este repulsivo
régimen? ¿Por qué no se recurre al Tribunal Europeo de Derechos Humanos de
Estrasburgo? ¡ Y aún tienen la cara dura de hablar de la “pax soviética” y de
andar predicando por ahí el “no a la guerra”!
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