Así se intitula la obra de
Eric Laurent, editorial DATANET, S.A., año 1.992, 519 páginas.
En
esta obra magistral, el autor nos descubre revelaciones de auténtico asombro
sobre las operaciones clandestinas que el mundo comunista realizaba en los
mercados financieros internacionales con el objeto de conseguir sus fines.
Stanislas
Levchenko, antiguo cargo del KGB y refugiado en EE.UU., comenta que el libro es
“manipulación, desinformación: esta
novela muestra con qué implacable eficacia los soviéticos utilizaban estas
armas. Con un solo objetivo, debilitar a los regímenes occidentales para
destruirlos más fácilmente”. Los que quedaron destruidos fueron
precisamente los regímenes comunistas.
En
las páginas 159 y 160 se puede leer:
“Doscientas cuarenta y siete sociedades
repartidas en toda Europa, controladas directamente por Moscú, o los partidos
comunistas italiano y francés, o incluso a través de testaferros. Se trata de
compañías de importación-exportación, holdings financieros, sociedades de
inversión, grupos industriales . . . Un universo cuyo pulso late exactamente al
mismo ritmo que el mundo capitalista. Sus métodos son idénticos y la
imbricación absoluta. Las empresas de armamento que trabajan para la OTAN cooperaron, por ejemplo,
con compañías comunistas”.
“Descubro que todo ha comenzado en 1950,
con un tráfico de carne húngara y carbón polaco vendidos a FIAT a cambio de
camiones y de material para automóviles. En 1952, en plena guerra de Corea,
‘materiales estratégicos’ bajo embargo son transferidos directamente desde los
Estados Unidos a países de Europa Occidental, para ser seguidamente reexpedidos
a la Europa
del Este a través de dos compañías comunistas, instaladas en Zurich”.
¡Casi
“ná” . . .el mundo comunista dentro del capitalismo!
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