miércoles, 3 de febrero de 2021

El odio comunista


 Como ya sabrán, el criminal Ernesto “Che” Guevara, en su “Mensaje a la Tricontinental” decía:

“El odio como factor de lucha; el odio intransigente al enemigo, que impulsa más allá de las limitaciones del ser humano y lo convierte en una efectiva, violenta, selectiva y fría máquina de matar”. Pues bien, el odio sigue en el frontispicio de la doctrina comunista, aunque sus sacerdotes lo oculten y lo nieguen. Así, por ejemplo, decía un pedante marxista infumable que los desórdenes y desmanes que tuvieron lugar durante la nefasta Segunda República Española, habían sido obra de la oligarquía para desestabilizarla. O sea, que el criminal y cínico Santiago Carrillo estaba pagado por la oligarquía cuando dijo en un mitin aquello de “¡Muera el Gobierno! ¡Muera la burguesía!”. Como no podía ser de otra manera, este siniestro personaje en sus “Memorias” achaca los desmanes a los “incontrolados”. La monserga de siempre.

Comunistas y socialistas masacraron, y siguen masacrando, aunque ahora esto se calla y se omite, a cristianos. Lo visto aquí en España durante el pasado siglo X X lo demuestra, aunque en estos momentos el cristianismo tiene otro enemigo: el islamismo.

Como ya saben también, socialistas y comunistas jamás de los jamases reconocieron sus grandísimos errores, sino que tampoco jamás pidieron perdón por sus actos criminales y asesinos contra los cristianos. Y por si esto fuera poco, ponen nombres a calles a responsables de los citados crímenes, asesinatos, torturas, etc.

En estos momentos en España, varios de los comunistas que están en el desgobierno siguen teniendo como referentes a dictaduras como Venezuela y Cuba, e incluso el horroroso régimen norcoreano. Sobre Corea del Norte comentaremos algo próximamente.

Y si todo esto fuera poco, el “moñudo” Pablo Iglesias, como ya sabrán, dijo en su día que Lenin había sido un genio. Evidentemente que lo fue, pero del terror: más de un millón de personas fueron asesinadas durante el Terror Rojo entre 1918 y 1922 bajo su batuta, por razones políticas y religiosas. Dichos asesinatos se realizaban empalando a las víctimas, o crucificándolas o matándolas de hambre.

Nota.- Recomendamos leer los comentarios sobre los libros “El terror bajo Lenin”,“El verdadero Lenin” y “La tumba de Lenin” insertados en este blog con fechas 23, 26 y 27 de enero de 2.017.



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