El título completo del libro es “Preventorio D, ocho meses en la cheka”, escrito por el catalán Félix Ros, Editorial Prensa Española 1974, 168 páginas.
En esta obra nos cuenta el autor
todo el terror y el horror que vivió en la cheka de Valmajor, Barcelona,
durante ocho largos meses, cheka que estaba dirigida y regida por los agentes
del S.I.M., una organización de contraespionaje al más puro estilo moscovita
que cometió todo tipo de crímenes. Libro recomendado para “recuperar la memoria
histórica” zapateril y que, como de costumbre, nadie comenta ni dice nada
Recordar que el S.I.M (Servicio
de Información Militar) durante la I I República española, fue creado en 1937
por el asturiano Indalecio Prieto, don “Inda”, que terminó huyendo a Méjico.
Recordar asimismo que, debido a
la influencia y presión de los “técnicos” soviéticos, el S.I.M. quedaría
dominado por los comunistas, que lo utilizaron como policía política del PCE.
Félix Ros nos cuenta todo lo que
sufrió cuando en junio de 1938 fue recluido en el “Preventorio D”, es decir, la
cheka de Vallmajor de Barcelona, permaneciendo allí hasta que esta ciudad fue
liberada.
En las páginas 28, 29 y 39 a 45, nos
cuenta el autor cómo era aquel centro, así como la catadura moral de las
personas que lo “custodiaban”, entre las que, curiosamente, había muchos
paisanos de Indalecio Prieto, es decir, asturianos. En las citadas páginas 28 y
29 se lee:
“La peor y más arraigada característica de los agentes del
S.I.M., más aún que su brutalidad, era la de ser unos solemnes embusteros y
pretender, con el más candoroso y zarzuelero de los acentos, jurando e
invocando sacratísimas memorias, convencer de que ahora sí que estaban diciendo la verdad”.
“La Sección Sexta del S.I.M. se componía de dos edificios
deslindados entre sí por la calle de Vallmajor, perpendicular a Copérnico. El
primero, donde con anterioridad estuvo instalada la Academia Muntaner (Comercio
e Idiomas), es un chalet de pésimo gusto, planta y dos pisos, con ventanas
ovaladas, techos bajos y batidísimos por el frío. Ocupaban este local las
oficinas, las habitaciones de interrogatorio y las cinco o seis de tortura que
para dar eficacia a aquél solían emplearse . . .”
En las próximas entregas veremos
lo que nos cuenta el autor sobre el personal del preventorio.
Continuará
El título completo del libro
es “Preventorio
D, ocho meses en la cheka”, escrito por el catalán Félix Ros, Editorial
Prensa Española 1974, 168 páginas.
En esta obra nos cuenta el autor
todo el terror y el horror que vivió en la cheka de Valmajor, Barcelona,
durante ocho largos meses, cheka que estaba dirigida y regida por los agentes
del S.I.M., una organización de contraespionaje al más puro estilo moscovita
que cometió todo tipo de crímenes. Libro recomendado para “recuperar la memoria
histórica” zapateril y que, como de costumbre, nadie comenta ni dice nada
Recordar que el S.I.M (Servicio
de Información Militar) durante la I I República española, fue creado en 1937
por el asturiano Indalecio Prieto, don “Inda”, que terminó huyendo a Méjico.
Recordar asimismo que, debido a
la influencia y presión de los “técnicos” soviéticos, el S.I.M. quedaría
dominado por los comunistas, que lo utilizaron como policía política del PCE.
Félix Ros nos cuenta todo lo que
sufrió cuando en junio de 1938 fue recluido en el “Preventorio D”, es decir, la
cheka de Vallmajor de Barcelona, permaneciendo allí hasta que esta ciudad fue
liberada.
En las páginas 28, 29 y 39 a 45, nos
cuenta el autor cómo era aquel centro, así como la catadura moral de las
personas que lo “custodiaban”, entre las que, curiosamente, había muchos
paisanos de Indalecio Prieto, es decir, asturianos. En las citadas páginas 28 y
29 se lee:
“La peor y más arraigada característica de los agentes del
S.I.M., más aún que su brutalidad, era la de ser unos solemnes embusteros y
pretender, con el más candoroso y zarzuelero de los acentos, jurando e
invocando sacratísimas memorias, convencer de que ahora sí que estaban diciendo la verdad”.
“La Sección Sexta del S.I.M. se componía de dos edificios
deslindados entre sí por la calle de Vallmajor, perpendicular a Copérnico. El
primero, donde con anterioridad estuvo instalada la Academia Muntaner (Comercio
e Idiomas), es un chalet de pésimo gusto, planta y dos pisos, con ventanas
ovaladas, techos bajos y batidísimos por el frío. Ocupaban este local las
oficinas, las habitaciones de interrogatorio y las cinco o seis de tortura que
para dar eficacia a aquél solían emplearse . . .”
En las próximas entregas veremos
lo que nos cuenta el autor sobre el personal del preventorio.
Continuará.
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