Prestigioso y especialista

 

Cuando los “historieteros” encuentran un libro que está de acuerdo con lo políticamente correcto, como ocurre por ejemplo con “La revolución rusa de Lenin a Stalin, de 1917 a 1929”, autor E.H. Carr, Alianza Editorial, Madrid 2007, 272 páginas, pues eso, uno de esos “historieteros”, pedante marxista infumable, dijo que E.H. Carr era “uno de los mejores especialistas en temas soviéticos”.

Vamos a comentar algo sobre los conceptos “prestigioso” o “especialista”. Como se podrán imaginar, estos conceptos son relativos. Y decimos relativos porque mientras algunos consideran “prestigiosos historiadores” a los los Tuñón de Lara, Santos Juliá, Javier Tusell, Paul Preston, Ian Gibson, Gerald Howson, para otros lo son los H. Thomas, Pierre Broué, Stanley G. Payne, Gabriel Jackson, los hermanos salas Larrazábal, César Vidal, Burnett Bolloten, Pío Moa, Angel Maestro, Fernando D. Villanueva, etc, etc ¿Por qué se les aplica los calificativos antes mencionados? ¿Por intereses políticos e ideológicos? ¿Por sus títulos universitarios? ¿Por estar en posesión de alguna cátedra? Esto, evidentemente, no se sostiene: los Euclides, Pitágoras, Jenofonte, Flavio Josefo, Herodoto y un largísimo etcétera no tenían ningún título universitario. Si así fuese, Pío Moa no vendería ni un solo libro. Si se considera el prestigio y la especialidad por los títulos poseídos, entonces César Vidal, a sus casi 63 años (nació en mayo de 1958), sería el rey: Doctor en Historia, Teología y Filosofía (doctorados obtenidos en Estados Unidos), licenciado en Derecho, ha impartido clases en diversas universidades de Europa y América y es miembro de prestigiosas entidades académicas y autor de más de ¡¡¡ 125 libros !!!, si no nos falla la memoria, entre ellos “Checas de Madrid”,  “Un ensayo sobre el genocidio de la izquierda. Paracuellos Katyn”, “La guerra que ganó Franco”, libros comentados en este blog con fechas 24-2-2017, 7-11-2016 y 2-10-2020.  Pero, claro, oiga, a estos dos autores se les pretende ningunear, ignorar, censurar, etc, sin conseguirlo.