Como decíamos en las anteriores entregas, el tema de
“Catalonia” está en el candelabro, como diría un votante socialista, tanto en
la prensa digital como en la escrita. Nos llama la atención que en la citada
prensa prácticamente no se hace referencia a libros que hablan sobre el asunto
separatismo-independencia.
Otro libro es “La nación falsificada”, autor Jesús Laínz,
Ediciones Encuentro, S.A., Madrid, 2.006. El objetivo del autor es desmontar
todo el andamiaje del nacionalismo. Y lo consigue de una manera fácil y contundente
relatando pequeñas biografías de 30 catalanes y 30 vascos que se sintieron
verdaderamente españoles, y que, con sus gestas y sus intervenciones de todo
tipo, incluida la literatura, contribuyeron al engrandecimiento de
España.
En la página 435 se lee:
“La fe nacionalista no
puede estar equivocada. Cuando los hechos la desmienten es porque son los
hechos los que se equivocan. No sólo eso, sino que incluso algún autor
nacionalista declaró expresamente la voluntad de utilizar argumentos históricos
falsos siempre que fuesen eficaces”.
Otra obta es “Los muros de Cataluña”, autor
Javier Montilla, prologado por Aleix Vidal-Quadras, Edición Española E.G. A.
2013, 199 páginas, incluida bibliografía. En este libro se leerán cosas
ocultadas y manipuladas por los “mas-media” oficiales, como por ejemplo, el
victimismo y amenaza promovidos a todas horas por el nacionalismo catalán. En la contrasolapa,
dice el catalán Juan Carlos Girauta:
“A mí no me extraña lo que hacen los independentistas, ya conozco su
naturaleza. A mí lo que me extraña es que el Estado nos ha desamparado a
los catalanes que queremos seguir siendo españoles”.
Entre
otras cosas, el autor nos cuenta, por ejemplo, la terrible discriminación que
se hace a los niños que hablen el castellano, o también nos dice las multas que
se imponen por no rotular anuncios y carteles en catalán, pasando por la
manipulación de la historia.
Y
terminamos diciendo que, bajo nuestra opinión, cualquier persona perteneciente
a una nación normalmente constituida conoce perfectamente su historia. Esto no
sucede en la España actual que, además de no enseñarla, hay diecisiete versiones
diferentes, totalmente desviadas de la verdad y de la realidad plagadas, de
embustes, embelecos, distorsiones y tergiversaciones, carentes de ecuanimidad y
de investigación. Tal parece que lo que priva es la “tendencia culturalista e
ideológica”.
Como colofón a todo esto, una frase del genial Albert
Einstein:
“El nacionalismo es una enfermedad infantil, el sarampión de la
humanidad”.
Continuará.
Nota.- Los libros
mencionados están comentados en este blog.
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