Como ya saben, lo que se llama “Ley Transgénero” (Ley Trans) del “Ministerio de Igualdad” de la ínclita e inefable Irene Montero Gil, a lo mejor sale a la luz dentro de poco.
Entre las varias burradas que se mentan, figura que el
sexo biológico es una arcaica construcción social y que, por tanto, no existe.
Nos gustaría ver dicha ínclita e inefable sujeta con testículos, pene y barbas,
y a su pareja con ovarios, vagina y pechos, con lo que podría parir.
Dicho lo anterior, ¿cómo se las arreglarán en
clínicas, hospitales, o incluso en los propios domicilios, cuando un médico,
una matrona, una enfermera, etc, vean a un recién nacido y digan que es un macho
o una hembra? ¿Sucederá lo mismo con los animales? ¡Menudo chasco se llevarían
perros y perras, leones y leonas, burros y burras, gallinas y gallos, etc, etc!
Para tratar de “explicar” el asunto, se inventó lo que
se llama “género” que, según esta gente “irenista”, nada tiene que ver con el
sexo biológico. Este “género” está basado en lo que se quiera ser: homosexual,
bisexual, intersexual, asexual y todos los “al” que ustedes quieran.
En una palabra: toda persona es libre de exponer,
cuando le parezca, el “género” que mejor le viene y que más le gusta,
importando un bledo, dos cominos y tres dídimos las opiniones de padres,
familiares, amigos, médicos, jueces, etc, etc. Esta decisión “genérica, no
solamente tiene que ser aceptada por la sociedad, sino que también tiene que
haber leyes que la protejan
Claro que de este asunto pueden sacar tajadas muchos y
muchas ya que, por ejemplo, un individuo llamado Abelardo puede ir al Registro
Civil y decir que se siente “Abelarda”. Después llega a casa y le da una paliza
a su mujer, pero, claro, oiga, entonces ya no hay “violencia machista” y no
pasa nada, ya que el agresor es una mujer ¿Se imaginan un combate de boxeo de
los pesos pesados entre un boxeador y una boxeadora que se sienta macho?
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