miércoles, 7 de octubre de 2020

“La noche Blanca” ( I )


 

Como ya sabrán, La Noche Blanca se creó en París en el año 2002 con el objeto de animar, avivar y desarrollar actos culturales. Oviedo se sumó a este proyecto en el año 2013.

En su día, en el año 2015 si mal no recordamos, los miembros del “tripartito” del ayuntamiento de aquí de Oviedo Roberto Sánchez Ramos (IU), Isabel González (SOMOS) y Diego Valiño (PSOE), fueron los encargados de este evento, haciendo un recorrido por los escenarios de la revolución de octubre de 1934. Se pretendía “recuperar la memoria lejos del fanatismo”. Pues vamos a recuperarla.

 Hubo comentarios tales como el de una estudiante de Historia que dijo: “La ruta es imprescindible porque hay gente que no sabe nada de esto”. Otro de los asistentes manifestó que “La visita es necesaria porque el pasado es el que es y no tiene ideologías”. Esto no se lo cree ni él. Que se lo pregunte a los del “tripartito” si en ese recorrido van a prescindir der su ideología.

 Si efectivamente no hay “ideología” y hay que “recuperar la memoria lejos del fanatismo”, suponemos que estos tres guías del “tripartito” habrán dicho a los asistentes lo que dijo D. Gregorio Marañón, verdadero republicano, el día 5 de octubre de 1934:

 “La sublevación de Asturias en octubre de 1934 fue un intento en regla de ejecución del plan comunista de conquistar España”. G. Marañón, “Obras completas”, tomo IV, Espasa Calpe, Madrid, 1968, página 378.

También suponemos que dichos representantes del “tripartito” habrán dicho a los asistentes que durante aquella revolución se atacaron y cayeron los cuarteles de la Guardia Civil de Sotrondio, El Entrego, Ciaño, Olloniego… En la jornada del día 5, veintitrés cuarteles de la Guardia Civil habían caído, siendo asesinados los mandos después de haberse rendido.

Queremos suponer que también estos representantes “tripartitos” dirían a los que iban en esta “Noche Blanca”, que en aquel octubre del 34 había por toda Asturias pasquines ensalzando el “Ejército Rojo”. Se leía:

“El aplastamiento de los contrarrevolucionarios, la conservación de nuestras posiciones exige tener un Ejército invencible, aguerrido y valiente para edificar la sociedad Socialista” . . . “ obreros, en pie de guerra, se juega la última carta. Nosotros organizaremos sobre la marcha el Ejército Rojo… Rusia la patria del proletariado, nos ayudará a construir sobre las cenizas de lo podrido el sólido edificio marxista que nos cobije para siempre. Hay que machacar a todos los tiranos y sin ninguna dilación debéis salir de las filas del EJÉRCITO capitalista ingresando inmediatamente en el EJÉRCITO de vuestra clase, en el EJÉRCITO ROJO. Toda la metralla que tenéis en las cartucheras debéis emplearla para introducirla en el corazón de la burguesía”. Joquín Arraras, “Historia de la Cruzada Española”, Madrid, 1940, vol. 2, t. 7, páginas 260, 131 ,156.

Asimismo, también dirán a los asistentes que el día 7 de octubre surgieron los primeros incendios, como los de Santo Domingo, Palacio Arzobispal, así como el incendio del Monasterio de San Pelayo (las Pelayas), y el de la  Universidad con su biblioteca; la voladura del Instituto con varios prisioneros dentro, así como el incendio de miles de casas de Oviedo.

A propósito del incendio de la Universidad, decía Indalecio Prieto:

“Si hay que cerrar las Universidades al señoritismo, hay que abrirlas de par en par… a los hijos del pueblo”. Ricardo Francisco Javier  Miralles, “Textos escogidos de Indalecio Prieto”, Estudio Preliminar. Junta General del Principado de Asturias, 1999, página 202.

Sobre este tema, comentaba el comunista Maximiliano Álvarez Suárez en su obra “Sangre de Octubre UHP (episodios de la revolución de Asturias”), Editorial Cenit, Madrid, 1936, página 147:

“Si perdemos, ¡que se joda la Universidad! Y si ganamos, ¿para qué queremos sus textos?”

También suponemos que comentarán el ataque a la Catedral:

“Los cañones se asentaron en el monte Naranco y San Lázaro. La misión de unos y otros era atacar la catedral”.  Molins i Fábrega (miembro del POUM), “UHP: La insurrección proletaria de Asturias”, Ediciones Júcar, Madrid, 1977, página 57.

También queremos suponer, “ya que la ruta es imprescindible porque hay gente que nos abe nada de esto”, que harán un recorrido por el cementerio viejo para ver los nichos destrozados, como puede apreciarse en la fotografía.

Continuará.



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