Como estamos en tiempos de
“recuperación de la memoria histórica”, ahora “memoria democrática”, nosotros
vamos a hacerlo también, pero mirando a la historia reciente, como siempre
decimos.
El defenestrado coordinador
comunista de IU, Gaspar Llamazares, sujeto de gesto adusto y verbo encizañador
y funambulista, lo mismo que muchos coletudos de su cuerda, en una entrevista
que le hicieron en un periódico el 30 de mayo de 2.003, decía que “el PP ha hecho la campaña del miedo”, y
que “su agitación del miedo le ha servido
para salvar los muebles”.
¿A qué clase de miedo se
refería? ¿Al miedo por las amenazas de ETA a los “cargos electos” y candidatos
del PP y PSOE de aquellos tiempos (boletín “Zutabe” del 16 de mayo del 2.003)?
¿O al miedo de estas personas que están mirando constantemente los bajos de sus
coches por si tienen bombas? En dicho comunicado, de los cargos electos de IU
no dice nada, por razones obvias.
Después decía este sujeto que
no se ha transmitido un “proyecto
alternativo de Estado” ¿A qué proyecto se referiría? ¿Al proyecto marxista
que dejó 145 millones de personas por debajo del umbral de la pobreza en la
derrumbada URSS? ¿O al proyecto de su “modelo
referencial” cubano, como dice este tipo, en donde no hay ningún tipo de
libertad, y sí mucha miseria y hambre, además de bota, bozal y grillete? ¿O
quizá se referiría al norcoreano?
Después continuaba diciendo
que “las mayorías, a partir de ahora, ya
no se van a explicar de forma monolítica, sino que serán plurales . . .”.
¿Cómo en Cuba?
Y terminamos con unas
palabras de una correligionaria marxista de este tipo, Rosa Luxemburgo, en las
que se ve la discrepancia con el monstruoso Lenin sobre lo que éste entendía
por una nueva sociedad:
“La libertad, sólo para los partidarios del gobierno,
sólo para los miembros de un partido, por numerosos que ellos sean, no es
libertad. La libertad es siempre la libertad para el que piensa diferente”. También decía: “Sin
elecciones generales, sin una libertad de prensa y una libertad de reunión
ilimitadas, sin una lucha de opiniones libre, la vida vegeta y se marchita en
todas las instituciones públicas, y la burocracia llega a ser el único elemento
activo”.
Tome nota, Llamazares. Su
demagogia, así como su logomaquia y calambures, sólo valen para engañar a los
“idiotas útiles”, que diría su admirado Lenin.
Pero, claro, oiga, este
sujeto ahora no tiene miedo ante la desastrosa situación actual de España,
creada por la “entente” entre socialistas y sus correligionarios comunistas,
situación que no es de miedo, sino de pánico.
Nota.- Recomendamos leer los
cuatro artículos intitulados “Llamazares,
el terrorismo y Cuba”, insertados en este blog con fechas 2, 5, 6 y 8 de
diciembre de 2016.
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