viernes, 16 de octubre de 2020

El miedo de Llamazares


 

Como estamos en tiempos de “recuperación de la memoria histórica”, ahora “memoria democrática”, nosotros vamos a hacerlo también, pero mirando a la historia reciente, como siempre decimos.

El defenestrado coordinador comunista de IU, Gaspar Llamazares, sujeto de gesto adusto y verbo encizañador y funambulista, lo mismo que muchos coletudos de su cuerda, en una entrevista que le hicieron en un periódico el 30 de mayo de 2.003, decía que “el PP ha hecho la campaña del miedo”, y que “su agitación del miedo le ha servido para salvar los muebles”.

 ¿A qué clase de miedo se refería? ¿Al miedo por las amenazas de ETA a los “cargos electos” y candidatos del PP y PSOE de aquellos tiempos (boletín “Zutabe” del 16 de mayo del 2.003)? ¿O al miedo de estas personas que están mirando constantemente los bajos de sus coches por si tienen bombas? En dicho comunicado, de los cargos electos de IU no dice nada, por razones obvias.

 Después decía este sujeto que no se ha transmitido un “proyecto alternativo de Estado” ¿A qué proyecto se referiría? ¿Al proyecto marxista que dejó 145 millones de personas por debajo del umbral de la pobreza en la derrumbada URSS? ¿O al proyecto de su “modelo referencial” cubano, como dice este tipo, en donde no hay ningún tipo de libertad, y sí mucha miseria y hambre, además de bota, bozal y grillete? ¿O quizá se referiría al norcoreano?

 Después continuaba diciendo que “las mayorías, a partir de ahora, ya no se van a explicar de forma monolítica, sino que serán plurales . . .”. ¿Cómo en Cuba?

 Y terminamos con unas palabras de una correligionaria marxista de este tipo, Rosa Luxemburgo, en las que se ve la discrepancia con el monstruoso Lenin sobre lo que éste entendía por una nueva sociedad: 

 “La libertad, sólo para los partidarios del gobierno, sólo para los miembros de un partido, por numerosos que ellos sean, no es libertad. La libertad es siempre la libertad para el que piensa diferente”. También decía: “Sin elecciones generales, sin una libertad de prensa y una libertad de reunión ilimitadas, sin una lucha de opiniones libre, la vida vegeta y se marchita en todas las instituciones públicas, y la burocracia llega a ser el único elemento activo”.

 Tome nota, Llamazares. Su demagogia, así como su logomaquia y calambures, sólo valen para engañar a los “idiotas útiles”, que diría su admirado Lenin.

 Pero, claro, oiga, este sujeto ahora no tiene miedo ante la desastrosa situación actual de España, creada por la “entente” entre socialistas y sus correligionarios comunistas, situación que no es de miedo, sino de pánico.

 Nota.- Recomendamos leer los cuatro artículos intitulados “Llamazares, el terrorismo y Cuba”, insertados en este blog con fechas 2, 5, 6 y 8 de diciembre de 2016.



 

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