Como decíamos en la anterior entrega, vamos a contar, narrar, relatar, describir, expresar,
rescatar, restablecer, etc, etc, la verdadera Historia del PSOE, cosa que no
hacen los “historieteros”.
Por mucho que hable Su Sanchidad de “regeneración
democrática”, la verdad es degeneración democrática, ya que en estos
momentos un gobierno, más bien desgobierno, similar al Frente Popular
republicano, amparado y atendido, amén de respaldado, por el separatismo. Lo
que se persigue, como ya sabe, es continuar en
la poltrona monclovita, persiguiendo también la supresión, rechazo y
destierro de la derecha, a la que se la considera como antidemocrática. El
enfrentamiento y la discordia están aquí servidos. Lo que sí es verdaderamente
antidemocrático es pactar con ETA, como hizo Zapatero en 2004 ¿Se acuerdan?
También en estos momentos el asunto va por el mismo camino.
En los tiempos del PSOE de Felipe González Márquez,
que ahora le está dando buenos cachetes a Su Sanchidad, no había las
discrepancias, discordancias, discusiones, conflictos, disputas, etc, tan
agudas y extremadas con el PP de Aznar y UCD de Adolfo Suárez, como las que
existen ahora, con descalificaciones, descréditos, desprestigios, deshonras, agravios,
ultrajes, escarnios, falsedades, falacias, engaños, falsificaciones, argucias, bulos,
mentiras, etc, etc.
Pero, claro, oiga, “los tiempos cambian que es una
barbaridad”, como decía Don Hilarión en la zarzuela “La verbena de la Paloma”.
Y como prueba de esto, transcribimos parte de un artículo intitulado “La
derecha, extramuros”, aparecido en “El Debate” con fecha 18 de noviembre
del pasado año 2023, escrito por D. Ignacio Sánchez Cámara. Dice así:
“La derecha, extramuros”
“El problema no es la ambición de Sánchez.
Si sólo estuviéramos gobernados por un ambicioso sin escrúpulos sería grave,
pero el diagnóstico es aún peor. El presidente del Gobierno representa un papel
escrito por otros”.
La traición del PSOE a la Transición se ha
consumado y, con ella, a la Constitución, a la democracia, al Estado de
derecho, al imperio de la ley, a la independencia del poder judicial, al
principio de igualdad de los ciudadanos y a la nación. El nuevo Gobierno nace
de pactos ilegales con quienes quieren destruir España. Se entrega la
Constitución a cambio de votos, y los separatistas no hace ni una sola
concesión ni renuncian a nada. Ignoramos, además, las hechas a Bildu, que se
mantienen en secreto. Pero no hay nada oculto que no salga a la luz. ¿Hay
alguien que se crea que dan su apoyo sólo para que no gobierne la derecha?
Nunca habíamos asistido a una rebelión de los juristas como la que se ha
producido”.
En una parte de otro párrafo, se lee:
“La táctica ahora es otra: la demolición
de la democracia desde dentro, la deconstrucción de la democracia desde el
poder: de la ley al despotismo. En estas décadas democráticas ha habido debates
y enfrentamientos políticos durísimos, pero ni el PSOE ni el PP (UCD) negaron
al otro la legitimidad para gobernar o para oponerse. Hoy, según el PSOE, la
mitad o más de los españoles son reaccionarios o fascistas, enemigos de la
democracia. Es la guerra civil con otros medios. Además, se ha defraudado a los
electores porque los pactos y la ley de amnistía no sólo no iban incluidos en
el programa electoral, sino que se defendía exactamente lo contrario. Sánchez
promete cumplir y hacer cumplir la Constitución con los enemigos de la
Constitución”.
Como ya saben, los que tiene la sartén por el mango en
estos momentos son, sin duda alguna, los representantes de la extrema
izquierda, compuesta por el PSOE y sus socios que, si no se remedia, nos
llevarán al sumidero, como le dijo hace poco Felipe González a su Sanchidad.
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