Zurrones, alforjas, mochilas y túnicas

 Desde que el PSOE accedió al poder el 14 de marzo del 2004 de la manera que todos sabemos, cayendo España y el partido en las manos de Zapatero, parece que dicho partido presenta roturas y grietas. Y decimos esto, porque en aquellas elecciones de marzo, el PSOE, como se recordará, no consiguió la mayoría absoluta, lo que le llevó, para conseguir la mayoría parlamentaria, a una solución drástica y perjudicial para España: aliarse y unirse con las minorías nacionalistas más extremas y radicales. Exactamente lo mismo que ahora con el “doctor Sancheznstein”.

Estas minorías que, queramos o no intervienen en la política nacional, han llevado, de la mano del PSOE a la ruptura, trituración y disgregación de nuestra Patria. No hay nada más que echar un vistazo a sus normas y formas de comportamiento: desprecio a la Constitución y el no acatamiento de leyes, normas y reglamentos, predicando a los cuatro vientos lo de “somos una nasió”, o el factor rh negativo de “nuestra raza”. El asunto es no querer ser español.

 Lo peor de todo es que estos líderes nacionalistas son indispensables, y necesarios, para que este inepto que tenemos ahora en La Moncloa siga subsistiendo. Pensamos que, a la larga, el PSOE lleva las de perder porque ya se está viendo que los socialistas catalanes siguen un camino distinto a los socialistas del resto de España. Parece que la ruptura está servida. Aquel PSOE español de antaño, unido como una piña, compacto y agrupado, no existe en estos momentos.

Como es sabido, algunos “barones” socialistas están dispuestos a no seguir este rumbo marcado por “Sancheznstein”. El resquebrajamiento parece también estar servido, aunque sigan teniendo zurrones, alforjas y mochilas llenas de odio y resentimiento para lanzarlos contra toda aquella persona que se oponga a lo que dicte el panel ideológico. También tienen túnicas para el disfraz y la apariencia.