viernes, 11 de febrero de 2022

La cultura de masas


 El “pueblo soberano”, estulto e ignorante, convertido en una masa manejable, está dispuesto, muchas veces sin saberlo, al servicio del poder. Además de esto, si no existiesen insultos, descalificaciones, mentiras, resentimientos, odios, etc, el poder no sería lo que se pretende.

A poco que nos fijemos, el poder es un mal, ya que cualquier sistema que no lo tenga es impotente, infecundo, estéril, etc, pues nada se puede hacer. Cuando hay una crisis de poder, todos los sistemas quieren más poder, intentando hacerse más potentes y poderosos. La historia de los sistemas no es más que una total lucha por hacerse con el poder y aumentarlo en todos los terrenos, ya sean políticos, sociales o económicos.

El montaje es tal, que cuanto más se intente inutilizar, debilitar y esterilizar el poder, más seguro se hace, pues lo que se persigue es eliminar todo lo habido y por haber para que tal poder no se derrumbe, fomentando la “kurtura” de masas, que en el fondo es la incultura de la gente, aunque dicha “kurtura” divierte y enriquece, oiga.

Todo esto, y varias cosas más, tal parece que está sujeto al pensamiento marxista, aunque muchos, muchas y “muches” no se enteran de la fiesta. Decía el judío Marx que “los individuos carecen de esencia singular o genérica, y su única esencia es la de estar sujetos a relaciones sociales; pues no es la conciencia individual quien determina la realidad social, sino que es la realidad social quien determina la conciencia individual; y ello porque los individuos, en la producción material de su existencia, contraen relaciones sociales necesarias, es decir, independientes de su voluntad”. Burrada tras burrada.

En fin, esta cultura de masas, manejada políticamente, lleva a todo esto y a muchas cosas más, como por ejemplo a la manipulación ética y moral.



No hay comentarios:

Publicar un comentario

Archivo del blog