martes, 15 de febrero de 2022

Falseando y enmascarando la Historia.

Esto viene, como ya saben,  de la ley 52/2007 del mes de diciembre de ese año, bajo la égida del Bobo Solemne, gran timonel él, quien manifestó en su día que “La Ley de la Memoria Histórica hace nuestra democracia más perfecta”. Suponemos que esta frase se le haya ocurrido a alguno de sus asesores.

Con esta “ley”, lo que se pretendía, y se pretende, es tener una visión parcial de nuestra Historia relativamente reciente, concretamente la de los tiempos republicanos y a la de la España de Franco. Para algo está la “Educación parala ciudadanía”, oiga.

 Una de las grandes y numerosas mentiras que escriben los “historieteros” de dicha ley, es considerar al Frente Popular republicano como una institución democrática, cuando está suficientemente comprobado todo lo contrario, como pueden leer en varios libros comentados en este blog en los que se lee que dicho Frente Popular no estaba compuesto por demócratas, sino por todo lo contrario, como por ejemplo stalinistas, anarquistas, marxistas, nacionalistas catalanes, etc, que fueron, junto con otros, los que embistieron contra la República en octubre de 1934, causando casi 1.500 muertos prácticamente en toda España.

 Los mentados “historieteros” nada dicen de que los verdaderos republicanos, tales como Julián Besteiro, José Ortega y Gasset, Pérez de Ayala, etc, etc, denigraban y criticaban con todo tipo de palabras y términos, a la izquierda que fue la que trajo el desastre y la catástrofe.

 En fin, los mitos fútiles, vanos e infundados de esta ley “zapateirl”, ahí siguen. Como ya saben, el mentir sobre el ayer emponzoña y envenena no solamente el hoy, sino también el mañana. Ya lo decía Menéndez y Pelayo:

 "Presenciamos el lento suicidio de un pueblo que, engañado por gárrulos sofistas, emplea en destrozarse las pocas fuerzas que le restan, hace espantosa liquidación de su pasado, escarnece a cada momento las sombras de sus progenitores, huye de todo contacto con su pensamiento, reniega de cuanto en la Historia hizo de grande, arroja a los cuatro vientos su riqueza artística y contempla con ojos estúpidos la destrucción de la única España que el mundo conoce, la única cuyo recuerdo tiene virtud bastante para retardar nuestra agonía. Un pueblo viejo no puede renunciar a su cultura sin extinguir la parte más noble de su vida y caer en una segunda infancia muy próxima a la imbecilidad senil".



 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Archivo del blog