Cuando hay hechos violentos ya sean terrorismo, crímenes, asesinatos, violaciones, infanticidios, ataques a la religión cristiana (a la musulmana ni mu), aparecen los de la “hybris intelectualista” que, con sus “consideraciones” y “reflexiones” y calambures, dan vuelta a la tortilla haciendo ver que lo blanco es negro y viceversa.
Dichas “consideraciones” y “reflexiones” traen como
consecuencia actuaciones totalmente anormales, ruinas e indignas, basándose en
que hay que ser neutrales e iguales.
El objetivo, como ya se sabe, es crear una apariencia,
un aspecto y una visión política de lo que se trate, buscando una equidistancia
y un neutralismo basados en demagogia, logomaquia y populismo. Y como el
“pueblo soberano” es estulto e ignorante, se cree a pies juntillas lo que dice
esta gente, y así llegamos a la situación en la que estamos: “memoria
histórica” por doquier, falsificando, distorsionando y omitiendo nuestra vetusta,
antiquísima y reciente Historia. Así son los “multiculturalistas identitarios”.
Las consecuencias y actuaciones que antes nombrábamos
desembocan en eslóganes y consignas de todo tipo: “por el cambio”, ya sea de
gobierno, de política, etc. Pero de cambiar sujetos brutos e incapaces por
personas preparadas, aptas, competentes, etc, ni pío.
Tampoco dicen nada de no hacer caso a los ideólogos
profesionales, que basan toda su fuerza en propaganda populista, no queriendo
saber nada de la verdadera información y del realismo.
Decía Dante Alighieri (¿sabrá el “pueblo soberano”
quién fue este señor?) que “los lugares
más oscuros del infierno están reservados para aquellos que mantienen su
neutralidad en tiempos de crisis moral”
En fin, aquí seguimos en este blog: “Nulla dies sine línea”, frase latina que significa “Ningún día sin una línea”.
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