Patada en el tabalario y en los dídimos

 Viendo como está el asunto de los fondos europeos, de los que este desgobierno no dice ni mu, nos viene a la memoria lo que relatamos a continuación. Hay que “recupera la memoria histórica” del Bobo Solemne.

Como recordarán, a principios de 2.004, cuando dicho Bobo Solemne “tomó” el gobierno, y concretamente el 22 de abril de ese mismo año se celebró en Luxemburgo la reunión del Consejo Agrícola de la UE, esto fue el primer reto de ámbito europeo del entonces nuevo gobierno de dicho Bobo Solemne. Tal reto fue un fracaso estrepitoso: la UE no aumentó la cantidad de dinero destinada a financiar la producción de nuestro aceite de oliva, a pesar de ser España el primer productor del mundo. También la ayuda a la producción de algodón se vio afectada, lo mismo que la del tabaco.

Todo aquello se lo debimos a Francia y a Alemania, países a los que había que acercarse, según ZP, para dar un “giro europeista” a su política exterior. Tal giro terminó con una patada en el tabalario, que pueden dársela ahora también a su “Sanchidad”.

Las razones por la que nos dieron tal patada, fueron varias. Pero hay una que fue determinante: Alemania, por ejemplo, que es la que más aporta a las arcas comunitarias, no podía ver con buenos ojos que se ayudase a un país que subvenciona algunos de sus productos agrícolas. A tal efecto, el periódico económico Cinco Días defendió en su día la postura de Fischler: “intenta acabar (Fischler) con el cultivo del subsidio e introducir orientación de mercado en la política agrícola de la UE”. También continuaba diciendo que “Espinosa pagó, además de la inexperiencia, su llegada a la mesa del Consejo con reivindicaciones exageradas alimentadas por un sector cuya voracidad de subsidios nunca parece satisfecha”.

A pesar del fracaso en la negociación tanto de la ministra Espinosa como la de su mano derecha, el ex sindicalista Fernando Moraleda, y de que la propia Comisión Europea atribuyó el desastre diciendo que “era responsabilidad política de las autoridades españolas” los agricultores no protestaron contra el Gobierno, sino contra la Comisión Europea. Seguro que si la negociación la hubiesen hecho el PP o VOX, las protestas serían a la inversa.

Visto lo visto, si el actual desgobierno no toma las medidas oportunas que exige la UE, la patada ya no será en el tabalario, sino en los dídimos, que duele más.