lunes, 7 de febrero de 2022

Dos formas de mentir.


 Como ya saben, hay dos formas de mentir: una, mintiendo a cara de perro, y otra, ocultando, callando, distorsionando, desfigurando, deformando y encubriendo la verdad. Sobre esta última forma vamos a ver algunas cosas sobre las que el doctor Sancheznstein y su “complexo” no dicen ni mu.

El dinero que se recauda a través de los grandes impuestos que nos están arruinando, se van mayoritariamente para la casta política, y para los chiringuitos electorales que tienen montados con el objeto, entre otros muchos, de repudiar y despreciar a los empresarios, que son los que verdaderamente crean puestos de trabajo.

Por otra parte, la ruina que nos espera está a la vuelta de la esquina, ya que de casi un millón de funcionarios se llegó a los tres millones largos, llevándose la mayor parte los sistemas educativos y sanitarios, ocasionado unos gastos esperpénticos y una malísima educación, mejor dicho, adoctrinamiento.

Después está lo que se llama “el cuarto poder”, que mejor dicho es el primero. Si viviera Antonio Gramsci se frotaría las manos. Este primer poder, llamado por algunas, algunas y “algunes” “mass-media”, está en manos de dicha casta, que es la que se encarga de que no se hagan estudios, exámenes, análisis, etc, ecuánimes, imparciales y justos, amén de ataques y críticas, a la actuación desastrosa de este desgobierno que tenemos, que generó, entre otras cosas, un gigantesco endeudamiento público. También se vale este desgobierno del “Ente”, con exhibiciones de “famosos”, tetas y culos

El desastre de este desgobierno se ve claramente, aunque algunos, algunas y “algunes”, por mor de su clíbano mental no lo vean. Ahí están el elevado precio de la electricidad y un montón de cosas que ustedes ya saben.

En el tema social, el asunto no tiene nombre ya que, por poner unos ejemplos, no hay igualdad ante la ley, así como tampoco hay presunción de inocencia, ni respeto ni protección de la propiedad privada por mor de los “okupas”, que no entendemos cómo no les da por “okupar” algún que otro chaletazo “galapagarzano”.

Por otra parte, todo esto anterior, y varias cosas más, se intentan encubrir, disimular, tapar, revestir, etc, con insultos decimonónicos: fascistas, reaccionarios, anti ecológicos, anti feministas, y demás monsergas de siempre.

Y para terminar, comentar que todo esto, y mucho más, ya comenzó a funcionar en la época del “gonzalato” ¿Se acuerdan del “Montesquieu ha muerto”?



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