Y seguimos con el tema de lo acontecido en aquella
nefasta Segunda República Española que fue un “legado de luz”, según
manifestó su “Sanchidad” en su día por aquello de “recuperar la memoria
democrática” suya, y la “memoria histórica” de su colega Zapatero.
La prensa de aquellos tiempos revolucionarios de aquel
año 1934, estaba sorprendida porque poco o nada se comentaba por el
descubrimiento de un contrabando de armas y municiones en la Casa del Pueblo
madrileña. Para cierta clase de prensa el amo, dueño, jefe y señor de la calle
era el PSOE ya que, exactamente igual que ahora, tenía todo el derecho a
organizar manifestaciones y huelgas, mientras que a los “otros” no se les
permitían tales hechos.
En el periódico “La Voz de Asturias”, de fecha 19 de
setiembre de 1934, en la página 8, la última, se lee un artículo intitulado
“Contra toda dictadura”:
“Ellos
quieren, anhelan una dictadura de clase, y en cambio se indignan ante la
posibilidad de que en la acera de enfrente les ganen por la mano. 'Dictadura
por dictadura, la nuestra', dijo Largo Caballero en Ginebra. 'Organizaremos
nuestro fascio', dijo Prieto en Mérida. Y, naturalmente, va a llegar el momento
en que los antimarxistas, que en España no existían, se van a alzar con el brío
que presta la desesperación y van a implantar una dictadura de derechas que no
será menos dura de lo que sería la otra”.
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