Tal como se cuentan los
hechos de la Historia reciente, parece que ésta ha entrado en zona oscura
por mor de esa perversión ideológica de la cultura política, o de la política
de la cultura.
Si levantasen la cabeza algunos
que sabemos, y ustedes también, quedarían atónitos porque, según soñaban ellos,
la Historia ya no es el tribunal superior que juzga el acontecer humano.
Y esto sucede porque en
los momentos actuales, la Historia está sobresaturada de información, lo
que ocasiona que no se ajuste a la realidad ni a los hechos acontecidos, sino
más bien es una narración novelada que intenta buscar unas claves para explicar
lo ocurrido, con lo que se cae muchas veces en la irracionalidad.
Como prueba de esto, ahí
tenemos las explicaciones “científicas” que intentan justificar y explicar el
por qué se desplomó la URSS. No vamos a contar aquí lo que decía Willi
Münzenberg, el gran propagandista alemán del comunismo. Si él, y otros
propagandistas fallecidos antes del desplome de la URSS, hubiesen visto como se
derrumbaba el gran monstruo ideológico con su potencial de fuerza y terror, que
había instalado Lenin desde hacía casi tres cuartos de siglo, seguro que
hubiesen encontrado, como otros, alguna explicación “cientítica” del desastre.
El citado Willi
Münzenberg ya decía en 1.937 que “en la guerra civil española
están contenidos los gérmenes de una nueva guerra europea”. Esta guerra,
que además se prolongó muchos años después con lo que se llamó “la guerra
fría”, duraría hasta 1.989, con la caída del “Berliner Mauer” , o “Muro
de la vergüenza” de Berlín y, posteriormente con la liquidación de la URSS y su
proyecto de revolución mundial.
Pero, claro, todo esto
no fue previsto por los “pensadores químicos” de la internacional de la
mentira, del odio y del terror.
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