sábado, 11 de febrero de 2023

Mujeres célebres ( X I V ). Isabel la Católica


 

Vamos a insertar unas pequeñas biografías de mujeres que destacaron por sus hechos y actividades. Muchas de ellas han sido borradas de la historia, u olvidadas intencionadamente por varios motivos, principalmente políticos y religiosos. Hoy veremos algo sobre Isabel la Católica.

Nació en Madrigal de las Altas Torres (Ávila) en 1451, falleciendo en Medina del Campo (Valladolid) en 1504. Fue declarada heredera de los reinos de Castilla y León por su hermano Enrique I V en los Toros de Guisando (Ávila).

Tuvo varios pretendientes, eligiendo a Fernando, que era heredero de los reinos de Aragón y Cataluña. De esta manera, cuando el matrimonio heredó sus respectivos reinos, fue cuando se realizó la Unidad de España.

No obstante, quedaba por realizar la unidad religiosa, ya que la Media Luna mahometana, tenía bajo su mandato el reino de Granada, lo que les llevó a sitiar esta ciudad, terminando el rey moro Boabdil entregando las llaves de la ciudad. Sobre los torreones de la Alhambra empezaron a aparecer cruces cristianas.

Poco tiempo después, Isabel se encargó de llevar a cabo la empresa de Cristóbal Colón, que decía que se podía llegar a las Indias Orientales por el camino del Oeste, lo que terminó que Cristóbal descubriera el nuevo continente.

En unión con su esposo Fernando, fundó la Santa Hermandad, que era una especie de Guardia Civil encargada de vigilar a vagos, maleantes y malhechores.

Decía a sus hijos que no se podía gobernar bien un pueblo sin haber gobernado antes un hogar. Estaba preocupada por la boda de su hija Juana con Felipe el Hermoso, que era un príncipe flamenco. Cuando se estaba muriendo, le dijo a su hija que gobernara “conforme a las leyes de Castilla”.

Esta extraordinaria mujer hizo de la España descompuesta y turbulenta de aquellos tiempos, una nación ordenada,  disciplinada y cuidadosa.

Continuará.

Fuente: páginas 52 y 53 del libro “Cien figuras españolas. Biografías de españoles célebres”, autor Antonio J. Onieva, Imprenta Casa Editorial “Hijos de Santiago Rodríguez”, Burgos 1951, 212 páginas.




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