Como decíamos en la anterior entrega, en ésta seguiremos viendo la infiltración marxista, apareciendo los “curas rebeldes”.
Como recordarán, allá por los años 60 del
pasado siglo X X, y en tiempos del cardenal Tarancón, que además fue miembro de
la RAE, campaban por sus respetos los “curas rebeldes” y contestatarios, que se
entusiasmaron al crearse la Asamblea de obispos-sacerdotes, que dicho cardenal
presidió. Dichos “curas rebeldes” hacía tiempo que predicaban, no la palabra de
Dios, sino la revolución marxista, como lo estaban haciendo en Sudamérica.
De esa Asamblea “conjunta”, que hizo una
reunión plenaria en 1971, con el arzobispo de Madrid Casimiro Morcillo González
prácticamente fuera de juego, salió la “mayoría progresista”. El citado
cardenal Tarancón llegó a decir aquello de que “hemos perdido el clero”, sin hacer le menor comentario de que esa
pérdida era por dejadez e incompetencia, que llevaron a buen parte del clero a
la politización cuasi marxista, que hizo que mucha gente perdiese algo de fe.
También los “mass-media” de entonces contribuyeron a esto.
Entre los partidarios de la citada
Asamblea figura José Luis Martín Descalzo, sacerdote y curiosamente periodista
y escritor, que hizo un gran comentario hagiográfico sobre Tarancón.
Hubo asimismo comentarios muy objetivos y
críticos sobre la mentada Asamblea que aparecieron en la revista
“Iglesia-Mundo”, que salía a la luz en abril de 1971 y que, como no podía ser
de otra manera, tuvo que cerrar.
La crisis en la iglesia española era
enorme, como lo prueba el abandono de muchos seminaristas de su carrera
sacerdotal.
Por otra parte, hubo unas jornadas en El
Escorial sobre el tema “Fe y cambio social en América Latina”, organizadas por
unos jesuitas de tendencia marxista de “Fe y Secularidad”, que fueron los
lanzadores de la “Teología de la liberación” (Recomendamos leer nuestros
artículos “Teología de la liberación”
( I ) y ( I I ), insertados en este blog con fechas 12 y 14 de noviembre de 2022).
En próximas entregas veremos la estrategia
seguida y programada por la destartalada
URSS sobre el mundo occidental, siguiendo los pasos de Marx, para eliminar la
religión.
Continuará.
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