Benjamín Disraeli (1804-1881), escritor y político inglés, Ministro de Hacienda varias veces, dijo en cierta ocasión que en política sólo hay intereses constantemente. Evidentemente, si estos intereses redundan en beneficio de la sociedad, no hay nada que decir ni que objetar. Pero, ¿esto se cumple? Lamentablemente tenemos que decir que no. Nos estamos refiriendo, obviamente, a nuestra Patria ¡¡uyyyyyyyyyy, perdón, a nuestro país!!, ya que el interés particular, entiéndase corrupción, campa por sus respetos dentro delos muros de la Patria mía desde la época del “gonzalato” hasta nuestros días. Ya se sabe aquello de “corruptio optimi pessima”, la corrupción de los mejores es la peor de todas, entendiendo por “mejores” a los políticos, aunque parece que ya no gozan de la confianza y crédito del pueblo soberano.
Y esto es debido a que hablar de política es ir en contra, o atacar, no ya a la
justicia, sino a la verdad y a la virtud. Los exordios faramalleros y la
falencia de la casta política así lo demuestran.
Viendo, leyendo y oyendo lo que está sucediendo en esto que llaman España, tal
parece que el vocablo política es antónimo de los otros dos, es decir, de la
verdad y la virtud.
Como está sobradamente comprobado, los políticos defienden el interés de sus
propios partidos, y no el general. Como muestra ahí está la firma de los
presupuestos generales, que siempre se aprueban por interés político y
partidista.
Viendo lo anterior, y otras muchas cosas, parece que no queda más remedio que
reformar o cambiar el sistema. Pero, claro, para hacer esto hay que tener
dídimos.
Terminamos con unas frases de Ortega y Gasset y de Octavio Paz. Dice el
primero:
“Todo el que en política y en historia se rija por lo que se dice, errará
lamentablemente”.
Y el segundo:
“La mentira se instaló en nuestros pueblos casi constitucionalmente. El daño
ha sido incalculable y alcanza zonas muy profundas de nuestro ser. Nos movemos
en la mentira con naturalidad... De ahí que la lucha contra la mentira oficial
y constitucional sea el primer paso de toda tentativa seria de reforma”.
El que quiera entender que entienda.
Continuará.
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