Como ya hemos escrito varias veces en este blog, el PP es un partido híbrido, desnortado y sin ideología. Está sobradamente demostrado a lo largo de su historia. En estos precisos momentos, en vez de unirse con otros partidos para intentar ganar las próximas votaciones, que no elecciones, andan a la gresca sus gerifaltes riñendo y criticándose a sí mismos. Nos imaginamos que el doctor Sancheznstein se frotará las manos ante esta situación “pepera”.
El caso es que dichos gerifaltes, ya sean a nivel
nacional o autonómico, andan de aquí para allá con temas sin importancia y con
estratagemas que no irán a ninguna parte. Ahí tenemos al jefe Pablo Casado que
tal parece que le pica, no sabemos dónde, el éxito logrado por Isabel Díaz
Ayuso, que le da mil vueltas, y esto le escuece, claro, ya que teme que
Isabelita pase a ser su alternativa.
El asunto importante es que, si un partido político
intenta ser la opción y alternativa para gobernar, no se entiende muy bien cómo
la “gerifaltería” de este PP pueda andar con peloteras, riñas, discusiones,
altercados, etc
En fin, lo que los votantes, no electores, no
deberíamos permitir es que los partidos políticos sean auténticas instituciones
de alborotos, de bullicios, de bataholas, de algarabías, de desórdenes, de
desbarajustes, de caos, de barullos, etc. Todo esto al “pueblo soberano” le
importa un bledo, dos cominos y tres dídimos. Y así tenemos lo que tenemos.
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