Como ya saben, el criminal y asesino Che Guevara decía aquello de que el odio era un factor de lucha, que “lo convierte en una efectiva, violenta, selectiva y fría máquina de matar”.
Dicho esto, y como ya saben, la presentadora de
televisión y periodista Ana Rosa Quintana Hortal, ha anunciado su retirada
temporal de televisión por padecer un cáncer de mama. Esto ha llevado a gente malvada,
indigna, mala, diabólica, infernal, perversa, satánica, badulaque, miserable,
cenutria, frenópata, loquinaria, tarúpida, etc, etc, a expresar su odio hacia
ella, odio que se puede ver en las redes sociales, que son una especie de sumidero,
alcantarilla o cloaca en la que se
cobijan y resguardan esta gente que hemos calificado, valiéndose del anonimato.
Más cobarde no se puede ser.
Ana Rosa opina, piensa, considera, juzga, etc, sobre
las cosas que están sucediendo y lo hace de tal modo y manera que no ofende, ni
insulta, ni agravia a nadie, cosas estas que sí aparecen en otros programas del
“Ente”. Carece de sectarismo, de intransigencia y de fanatismo, cosas estas que
se ven en ciertos elementos, elementas y “elementes” nada más que abren la
boca, viéndoseles también la alfalfa.
En fin, estos “cloaqueros” no toleran la más mínima
crítica sobre su modo de pensar, de actuar, de hablar . . .
Deseamos a Ana Rosa que se reponga pronto.
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