sábado, 29 de agosto de 2020

La otra pandemia



La inmigración ilegal nos está invadiendo, alentada, promovida y promocionada por el “sanchizmo-iglesismo”, con políticas y manejos totalmente imprudente e inconscientes . . . aunque, bueno, tan inconscientes no son porque ponen decenas y decenas de Guardias Civiles para proteger sus lujosas mansiones.

Hace pocos días 300 inmigrantes asaltaron las vallas de Melilla, amén de los inmigrantes ilegales que llegan a Alicante, Almería, Canarias, Murcia, etc. Esta invasión está ocasionando estragos principalmente sociales y económicos. Habría que preguntar a este dúo que nos desgobierna, si están manejados como marionetas y si son tentáculos de algún “gran poder”, aunque, bueno, a lo mejor ni se enteran.

De los actos vandálicos de estos inmigrantes, casi nadie comenta nada ¿Se acuerdan del “okupa” argelino que cortó una mano a un señor en Barcelona? ¿Se acuerdan, asimismo, de la violación de una niña de doce años, cometida por una piara de cinco marroquíes y un nigeriano, cuando la criatura estaba jugando con sus amigas en un parque de Azuqueca de Henares? Sobre este asunto conviene comentar que los violadores cogieron en principio a dos niñas, pero una la soltaron porque era musulmana. Sin comentarios.

¿Se acuerdan también cuando en Barcelona varios miembros de la banda de magrebís delincuentes, conocida como “La Manada de Alá”, agredieron sexualmente a una señora en una parada del metro?

¿Recuerdan cuando en Santa Coloma, barrio de Barcelona, varios jóvenes marroquís y argelinos insultaron a una pareja que estaba saliendo de la estación de Can Peixauet, persiguiéndola hasta un ascensor, siendo agredida la mujer y apuñalado su pareja?

¿Se acuerdan, asimismo, cuando tres argelinos violaron en Alicante a una joven de 19 años?

Podríamos poner muchos ejemplos, pero caeríamos un poco pesados.

En fin, esta es la nueva pandemia que padecemos, de la que el “sanchizmo-iglesismo” no quiere saber nada, como tampoco quieren saber nada de los “okupas”, de los “menas”, de los “escraches”, etc., excepto cuando atacan, agreden y embisten sus lujosas mansiones.



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