Dos de los conceptos más
usados por los de la internacional de la mentira, del odio y del terror, son
los de democracia y pluralismo, que no existen en ningún país gobernado por
estos “internacionalistas”.
Para este embeleco usan
todo tipo de sofismas, de los que el “pueblo soberano” ni se entera. Así, por
ejemplo, están enredados en una serie de prejuicios ideológicos que no les
permiten ver nada bueno ni positivo de sus opositores políticos, a los que les
quitan el poder mediante pactos y “pactas”, aunque no hayan ganado elecciones.
Como prueba de esto, y
por poner un ejemplo, ahí está la exclusión de nombres de las calles de
personas importantes en todos los aspectos de la Historia de España, a los que,
como siempre, se les tacha de fascistas, franquistas, reaccionarios, etc.,
siendo sustituidos por otros que no querían saber nada de España, y sí de otros
países dictatoriales. Pero, claro, oiga, la “memoria histórica” para algo está.
Por otra parte, estos
“internacionalistas” cuentan con los responsables y “responsablas” de la
“kurtura”, que son unos auténticos titiriteros y titiriteras de lo
“políticamente correcto”: dicen lo que les dicen que tienen que decir. Cada vez
que abren la boca se les ve la alfalfa.
Cuando a estos
“internacionalistas” se le habla de España, o de Hispanidad, se ponen
catatónicos y cianóticos, mostrando una grisura mental propia de pitecántropos
y australopitecos.
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