Manipulación ( I )

Uno de las patrañas, mañas y ardides de que se vale la izquierda para conseguir adormecer al “pueblo soberano”, entre otras muchas, es la de la manipulación.

Dichas patrañas, mañas y ardides hacen que no se piense de forma objetiva. Los “pensadores químicos”, que suelen ser unos pedantes infumables, controlan al más puro estilo gramsciano, todo lo habido y por haber, empezando, como no podía ser de otra manera, por los “mass-media”. Esta manipulación está trayendo unas nefastas consecuencias políticas, económicas y sociales sumamente graves. La pérdida de valores éticos y morales así lo demuestran.

Si verdaderamente se quiere una sociedad mejor en todos los órdenes, se debe desmontar toda esta urdimbre patrañera que no hace más que cambiar y falsificar conceptos, creando un ilusionismo que no hace otra cosa que negar y contradecir la realidad.

Lo peor del asunto es que el “pueblo soberano” no sabe el significado de manipular, como tampoco sabe quién o quiénes manipulan, ignorando también para qué se manipula, qué tácticas se emplean, por qué se manipula, etc, etc. Decía Voltaire que “cualquiera que tenga el poder de hacerte creer idioteces, tiene el poder de hacerte cometer injusticias”

Una de las definiciones de la palabra manipular, según el Diccionario de los “inmortales” de la RAE, es: “Intervenir con medios hábiles y, a veces, arteros, en la política, en el mercado, en la información, etc, con distorsión de la verdad o de la justicia, y al servicio de intereses particulares”.

La manipulación consiste, sencilla y llanamente, en seducir y persuadir al “pueblo soberano” con todo tipo de entimemas, sofismas, principalmente el “ad verecundiam” (lo dijo Blas, punto redondo). Astutamente conducida y programada, arrastra y lleva a la gente a admitir los fines y propósitos que se proponen los manipuladores, ya sean en el terreno político, religioso, económico, ético, social, etc., entrando aquí en juego la manipulación ideología. Si ésta falla, entones es cuando aparece la violencia, la intimidación, el fanatismo, la rabia, el terror, etc, etc, que conduce, como está sobradamente demostrado, a la tiranía, al despotismo, a la opresión, a la intolerancia, etc.

En estos momentos, uno de los campos en donde más se nota la manipulación es en la enseñanza.

Continuará.