Las 13 rosas

Este es el nombre que se dio a 13 muchachas fusiladas tal día como hoy 5 de agosto, pero de 1939, por actuar en atentados de terrorismo. Casi todas ellas eran de las JSU (Juventudes Socialistas Unificadas), que era la rama más joven del comunismo que, como ya saben, aunque los “historieteros” lo nieguen, quería imponer en España un sistema como el de la URSS, país al que habían escapado, tras terminar la Guerra Civil, varios dirigentes comunistas, entre ellos Santiago Carrillo.



Las JSU controlaban y dirigían varias checas, en las que se asesinaba y torturaba. Las principales eran las de Mendizábal y la del Convento de las Pastoras de Chamartin. También esta “rosas” participaban en “sacas”, asesinando a miles de presos sin ningún tipo de juicio.


Como ya saben, las citadas “rosas” las presentan los “historieteros” como avalistas y representantes de la democracia, omitiendo que cuando fueron detenidas formaban un grupo terrorista al mando de José Pena, Severino Rodríguez y Federico Bascuñana. Quizá el más importante haya sido el primero, un joven de 21 años que se hizo cargo de la organización después de que los dirigentes del PCE y de las JSU huyeran de España cobardemente.


Las mentadas “trece rosas” fueron condenadas a muerte, aunque su ejecución de momento no estaba pensada. Si se hizo fue porque un comando de las JSU asesinó a Isaac Gabaldón Izurzún, comandante, a su hija Pilar de 16 años y al chófer que llevaba el vehículo, un joven de 23 años.


Y como hay que “recuperar la memoria histórica”, vamos a ello, oiga.


En abril de 1936, Santiago Carrillo, por órdenes directas de Moscú, tanto las organizaciones juveniles socialistas como comunistas, se unieron formando las JSU. Poco tiempo después, al estallar la Guerra Civil, dichas JSU se pasan a las MAOC (Milicias Antifascistas Obreras y Campesinas), que era la organización militar del PCE.


Unos meses después, concretamente en noviembre de ese mismo año, las JSU, bajo el mando de Santiago Carrillo, se escinden del PSOE, pasando al PCE que, como también se sabe, aunque se niega, dependía de la KOMINTERN y del partido comunista de la URSS, cuyo jefe era el criminal Stalin.


Cuando finalizó la Guerra Civil Española en abril de 1939, los principales jerifaltes del partido huyeron, yendo a Francia, aunque allí se les proscribió y se les confinó por el motivo del pacto Ribentrop-Molotov, es decir, el pacto entre Hitler y Stalin, firmado en agosto de 1939, yendo a parar todos a Moscú.


Y para terminar, y como no podía ser de otra manera, la teología izquierdista convirtió a estas “trece rosas” en una auténtica leyenda y mito. Como pueden ver en la imagen, la placa dice que “dieron su vida por la libertad y la democracia”. Sin comentarios.