El engreimiento, vanidad y pedantería de ciertos
intelectualillos marxistas de medio pelo, no tiene límites.
Cuando se les demuestra que están en un error, lo
primero que te espetan es que “no
cuidamos nuestra fuentes”, dando la impresión de que las de ellos son las
verdaderas. En vez de “fuentes”, deberían decir bibliografía, porque esto
obliga a consultar libros de distintos pareceres y criterios, cosas que ellos
no hacen.
Si se les apura un poco, recurren al insulto, diciendo
que eso es “una burrada”, o que se “incurre en una crasa ignorancia”,
o que “la ligereza con la que realiza sus afirmaciones calumniosas”, o
también “la falta de rigor histórico”.
Después, tratan de cerrar el asunto de forma engreída,
vanidosa y pedante, diciendo que “todo ha
quedado esclarecido”, dando a entender que ellos dicen la verdad y sus
oponentes la mentira.
Vamos a ver: ¿acaso tienen estos pedantes marxistas
patente de corso para hallarse en poder la verdad? Como ya hemos dicho varias
veces, Unamuno decía “no es lo mismo
tener verdad que tener razón”. Razón la tenía Sancho cuando decía a D.
Quijote que eran molinos y no gigantes. Pero D. Quijote le explicaba “la
verdad” diciéndole a Sancho que es el miedo que le empaña la visión y le hace
ver molinos donde hay un ejército de gigantes.
Después te dan el consejo de “recurrir a bibliotecas y hemerotecas”. Aquí la estupidez y la
memez quedan al descubierto, porque el hecho de recurrir a bibliotecas, y sobre
todo a hemerotecas, no da la verdad ni
la razón a nadie ¿Acaso una misma noticia no es totalmente distinta en los
diarios “Granma”, o “Trabajadores” de Cuba, o en los “Le Monde” y “Life”
franceses, o en el “Herald Tribune” inglés, o en el “Diario de Pekín” chino, o
en el “Washington Post” americano, o en “El País” español, o en el antiguo
“Pravda” soviético, al que el mismísimo Trotsky calificaba como “la escuela
estalinista de la falsificación”? Quien da o quita la razón es la
Historia no manipulada.
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