Este “complexo” que nos desgobierna, habla y habla de democracia, libertad y progreso, pero la verdad es que nos están imponiendo cinchas por todas partes, cortando cada vez más la verdadera Libertad con mentiras, engaños, embelecos, populismos, demagogias, logomaquias, promesas, etc, etc.
El tiempo demostró que la “partitocracia” no trajo, ni
trae, buenas consecuencias para la sociedad porque, entre otras cosas, fomenta
divisiones, amén de crear grupos sin ningún valor político.
Se dice que la Constitución de 1978 es para todos,
pero la verdad es que personas católicas, familias y toda la gente que se tiene
por patriota, no caben en dicha Constitución, cuyo Artículo 2 dice que “La
Constitución se fundamente en la indisoluble unidad de la Nación española,
patria común e indivisible de todos los españoles . . .”
Sin embargo, los separatismos e independentismos
disgregadores, campan por sus respetos dentro de “los muros de la Patria mía”,
no diciendo ni pío el poder político, cuyos objetivos nada tienen que ver con
la mentada Constitución.
Para todo esto, y para más cosas, cuentan con
auténticos comisarios políticos que difunden ideologías trasnochadas y
decimonónicas de pensamiento único, que han generado, y generan, miseria, odio,
terror, etc, etc., amén de conllevar amenazas.
Todo esto se consigue con el control de los
“mass-media” al más puro estilo gramsciano, con censuras, críticas y bulos con
el objeto de defender y respetar a las “minorías”, a las que hay que darles un
“salario básico” sin haber dado un palo al agua en su vida, no importando para
nada esto, así como tampoco importa que dicho “salario básico” lo perciban
inmigrantes ilegales procedentes de riquísimos países petroleros. Ni qué decir
tiene que esto provocará un desastre económico de difícil solución.
Estos asuntos, y otros quizá más graves, están
impidiendo el control y vigilancia del poder político, que nos llevará, como
está sobradamente demostrado en la Historia, al despotismo, a la autocracia, a
la opresión, a la tiranía y al absolutismo.
En fin, para este “complexo” que nos desgobierna, la
política consiste en luchas y enfrentamientos partidistas, importándoles un
bledo, dos cominos y tres dídimos la verdadera Política.
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