¿No hay que “recuperar la memoria histórica”
“zapateril” y la “democrática” de Su Sanchidad? Pues vayamos a ello.
Como
ya saben, se escribieron, y se escriben, muchas mentiras y pocas verdades sobre
aquella nefasta I I República española.
Una
de las muchas mentiras son las referidas a la libertad de prensa. Aquellos
escritos, que eran un auténtico tumulto de opiniones, se separaron en dos
frentes bien diferenciados, denominados equivocadamente izquierdas y derechas,
lo que llevó a una gama de posiciones de lo más variopinto.
Dicho
lo anterior, en el libro “La prensa
española de nuestro tiempo”, autor Arturo Mori, Ediciones Mensaje, México
1943, 217 páginas, nos dice el autor en las 206 y 207:
“En ningún país
recuerda una convivencia periodística como la de España. Profesionales de ideas
opuestas vivían como camaradas. Los medios monárquicos tenían de la prensa un
concepto de respeto y consideración que permitía a los periodistas de más
diversas ideas alternar entre sí como compañeros entrañables. La República
condecoró a redactores del periódico adverso al régimen: El Debate, y admitió como secretarios particulares de ministros a
muchos reporteros de extrema derecha”.
Como
pueden ver, mayores disparates no se pueden escribir. Este autor ignora, u
omite a sabiendas, que precisamente El
Debate, así como ABC, El Día, Easo,
El fusil, Esperanza, La Tarde, Adelante y un larguísimo etc., fueron
cerrados, multados y clausurados.
Mención
especial merece “La Gaceta del Norte”,
periódico de Bilbao, que fue incendiado el 10 de agosto de 1931 por criticar y
denunciar el anticlericalismo del gobierno.
Vean
en las imágenes el “respeto y
consideración” de la prensa socialista y comunista, amén de la sovietización de aquella República.
Observarán que en el periódico comunista hay
una carta de George Dimitrov, así como una recomendación para escribirle a
Moscú.
Recordar que el búlgaro Dimitrov, fallecido en
la URSS en 1949, fue un comunista fanático que metió baza en la Guerra Civil
Española, al igual que otros muchos “asesores” de la destartalada URSS. En su “honor”,
una de las Brigadas Internacionales, recibió el nombre de “Batallón Dimitrov”
Comentar que en 1934 es elegido secretario
general de la Internacional comunista que, entre otras cosas, tomó la decisión
de la creación de los frentes populares, que era una táctica para hacerse con
el poder en Francia, en España y otros países.
¡Menudo “vínculo luminoso”!
Continuará.
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