miércoles, 20 de noviembre de 2024

Las dos Repúblicas. ( L X X I I I )


 


¿No hay que “recuperar la memoria histórica” “zapateril” y la “democrática” de Su Sanchidad? Pues vayamos a ello.

Como ya saben, se escribieron, y se escriben, muchas mentiras y pocas verdades sobre aquella nefasta I I República española.

 Una de las muchas mentiras son las referidas a la libertad de prensa. Aquellos escritos, que eran un auténtico tumulto de opiniones, se separaron en dos frentes bien diferenciados, denominados equivocadamente izquierdas y derechas, lo que llevó a una gama de posiciones de lo más variopinto.

 Dicho lo anterior, en el libro “La prensa española de nuestro tiempo”, autor Arturo Mori, Ediciones Mensaje, México 1943, 217 páginas, nos dice el autor en las 206 y 207:

 “En ningún país recuerda una convivencia periodística como la de España. Profesionales de ideas opuestas vivían como camaradas. Los medios monárquicos tenían de la prensa un concepto de respeto y consideración que permitía a los periodistas de más diversas ideas alternar entre sí como compañeros entrañables. La República condecoró a redactores del periódico adverso al régimen: El Debate, y admitió como secretarios particulares de ministros a muchos reporteros de extrema derecha”.

 Como pueden ver, mayores disparates no se pueden escribir. Este autor ignora, u omite a sabiendas, que precisamente El Debate, así como ABC, El Día, Easo, El fusil, Esperanza, La Tarde, Adelante y un larguísimo etc., fueron cerrados, multados y clausurados.

 Mención especial merece “La Gaceta del Norte”, periódico de Bilbao, que fue incendiado el 10 de agosto de 1931 por criticar y denunciar el anticlericalismo del gobierno.

 Vean en las imágenes el “respeto y consideración” de la prensa socialista y comunista, amén de la sovietización de aquella República.

 Observarán que en el periódico comunista hay una carta de George Dimitrov, así como una recomendación para escribirle a Moscú.

 Recordar que el búlgaro Dimitrov, fallecido en la URSS en 1949, fue un comunista fanático que metió baza en la Guerra Civil Española, al igual que otros muchos “asesores” de la destartalada URSS. En su “honor”, una de las Brigadas Internacionales, recibió el nombre de “Batallón Dimitrov”

 Comentar que en 1934 es elegido secretario general de la Internacional comunista que, entre otras cosas, tomó la decisión de la creación de los frentes populares, que era una táctica para hacerse con el poder en Francia, en España y otros países.

 ¡Menudo “vínculo luminoso”!

 Continuará.




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