Como decíamos en la anterior
entrega, en ésta veremos el origen marxista de esta ideología de género,
promovida y auspiciada en su día por el Bobo Solemne.
Como ya es sabido, una de las
premisas de lo que se llama “ideología de género” es la “libertad” e “igualdad” en el terreno
sexual. Con dicha “libertad” se pueden practicar todo tipo de “actos”, ya sean
contra natura o no. Con la “igualdad” se
pretende la eliminación de todas las diferencias naturales entre hombre y
mujer, ya sean biológicas, fisiológicas, etc.
Como ya sabrán, para el judío
Carlos Marx la lucha de clases es el motor de la historia, considerando que
precisamente la primera batalla de esa lucha hay que librarla en la familia.
A tal efecto, en la página 58
del libro de Federico Engels “El origen de la familia, de la propiedad privada, y del
Estado”, Editorial Planeta, 303 páginas,
se lee:
“En
un viejo manuscrito, no publicado, escrito por Marx y por mí en 1846, encuentro
las siguientes palabras: ‘La primera división de trabajo es la que existe entre
el hombre y la mujer para la preparación de los hijos’. Y puedo agregar: la
primera oposición de clase que aparece en la historia coincide con el
desarrollo del antagonismo entre el hombre y la mujer unidos en matrimonio
monogámico, y la primera opresión de clase coincide con la del sexo femenino
hecha por el sexo masculino”.
De todo esto se derivan varias cosas,
siendo dos las más importantes a nuestro modesto juicio:
1º).- Que los padres no tengan nada que
ver y nada que hacer en la educación de sus hijos.
2º).- En las escuelas a los niños se les
enseñará que la identidad masculina y femenina no existen, degenerando en el
“todo vale” y “todo está permitido” en el ámbito sexual.
El resultado de todo esto ya se sabe cuál
ha sido: la nefasta “Educación para la ciudadanía” del Bobo Solemne y su
“complexo”, y lo que está pasando ahora con su “Sanchidad”, con Sor Yolanda y con la marquesa de Galapagar.
¡Ah! ¿Habrá que poner en los semáforos, en
los pasos de peatones para cruzar la calle, también un icono femenino? A lo
mejor las feministas y “feministos” se niegan a cruzar dicho paso de peatones porque el icono que
aparece es masculino. No nos extrañaría.
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