Eso que llaman “Ley Trans”, que entró en vigor el 2 de este mes de marzo, es un desatino, un despropósito, una barbaridad, un absurdo, un error, una insensatez, una necedad, una locura, una aberración, una alucinación, un esperpento, un delirio . . . y todo lo que ustedes quieran añadir. Esta ley, como ya saben, promovida por los “podemitas” y secundada por los miembros, “miembras” y “miembres” de su “Sanchidad”, está produciendo agravios, burlas y vejaciones para la mujer y para la verdadera justicia y sentido común, que en los tiempos que estamos es el menos común de todos los sentidos.
Como ejemplo de dicha “Ley Trans”, ahí está el
requerimiento y la demanda de los violadores para que sean llevados a las
cárceles de mujeres. Sólo basta el “declararse” mujer, oiga. De este asunto hay
varios casos, siendo el más paradigmático, como ya sabrán, el del violador y
asesino de su prima ocurrido en Tenerife. Este degenerado ahora pide que se le
llame Lorena invocando dicha ley para que se le rebaje la pena ¡Demencial,
querido Watson, no elemental!
Otro ejemplo sobre este asunto, que ya conocerán, es el
del “opositor” al cuerpo de Policía Municipal en Madrid, que se había presentado como hombre a varias
pruebas. Después, para las pruebas de carácter físico, pidió que se le
considerase como mujer.
Si tales cosas se consienten, ¿qué sucederá en los
vestuarios deportivos? Si en un partido de “furbo” hay una mujer que se
considere hombre, ¿se aseará al final del partido con los hombres? ¿Se cortarán
éstos el pene y ella los pechos para que no se les vean?
En un deporte femenino, como la natación, por ejemplo,
¿irá al final de la competición al vestuario un hombre que se sienta mujer? ¿No
se indignarán estas chicas nadadoras al ver un tipo con todas sus
particularidades sexuales y biológicas, tipo que las estará mirando sin suceder
nada, por mucha humillación que sufran las citadas nadadoras?
No hay comentarios:
Publicar un comentario