Nació en 1475 en Jerez de los Caballeros (Badajoz), falleciendo en Panamá en 1517. Por su gran espíritu aventurero, se fue para América dispuesto a colonizar parte del territorio descubierto. El asunto no le salió bien, dedicándose entonces a la exploración de sitios nuevos.
Hallándose en el istmo de Panamá, observó que los ríos
que desembocaban en el Océano Atlántico eran poco caudalosos, deduciendo que
cerca del interior tenía que haber una gran cordillera, preguntándose que qué
habría al otro lado de ella.
Su sentido de explorador le llevó a sospechar que
podía haber otro mar. Se construyeron barcos que fueron llevados a hombros a
través de la citada cordillera. En poco tiempo se construyeron dos
embarcaciones, yendo hacia lo desconocido.
Con los barcos sobre los hombros desde los pies de la
cordillera de los Andes, los exploradores, como es lógico, sufrieron grandes
penalidades y desgracias. Una vez alcanzada la cima, quedaron asombrados de lo
que estaban viendo. Al otro lado estaba el Mar Austral, el Océano Pacífico.
Cuando llegaron a sus orillas, Núñez de Balboa desenvainó su espada, alzando con
la otra mano el pendón de Castilla, metiéndose en el agua hasta la cintura,
tomando posesión del sitio en nombre de Fernando el Católico. Acto seguido
regresó al punto de partida, fundando la ciudad de Acla (Panamá).
Posteriormente llegó un nuevo gobernador a Panamá al que
Núñez le caía antipático. El caso es que fue tachado de traidor con el objeto
de ser condenado a muerte, muriendo decapitado en la citada Acla, ciudad que él
había fundado.
Núñez fue la primera persona de raza blanca que vio el
Océano Pacífico.
Fuente: páginas 64 y 65 del libro “Cien
figuras españolas. Biografías de españoles célebres”, autor Antonio J.
Onieva, Imprenta Casa Editorial “Hijos de Santiago Rodríguez”, Burgos 1951, 212
páginas.
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