Como decíamos en la anterior entrega, en ésta seguiremos viendo la expansión de estos “movimientos”, como el de Chile “Cristianos por el socialismo”.
Dichos “movimientos” empezaron en
Chile, incluso antes de la aparición del
libro de Gustavo Gutiérrez “Teología de
la liberación”, Salamanca. Edic. Sígueme, 1973, 399 páginas. El creador del
citado “Cristianos por el socialismo”, fue el jesuita chileno Gonzalo Arroyo,
quien en 1974 publicó “Golpe de estado en
Chile”, de la misma editorial.
Por otra parte, el marxista
español, el valenciano Joan Garcés, uno de los “asesores” de Salvador Allende
escribió, entre otros, el libro “El
Estado y los problemas tácticos en el gobierno de Allende”, Editorial Siglo
XXI 1974, 309 páginas.
Esta actividad de los
“cristianos” de izquierda comenzó en la década de los sesenta del pasado siglo
XX, curiosamente a raíz de la toma del poder por parte del sátrapa Fidel Castro, lo que significó el
recrudecimiento de las actividades por toda Iberoamérica, siendo Chile y Brasil
los países en los que los citados “movimientos” surgieron con más ímpetu y fuerza. Ahí están
la frase del chileno Miguel Angel Solar, que fue presidente de la Federación de
Estudiantes de la Universidad Católica, que se hizo famoso porque en su día la asaltó:
“Una Universidad católica podría perfectamente existir
dentro de un Estado socialista” ( I ) ¿Una Universidad
católica en la destartalada URSS, o en la Cuba de los “brothers” Castro, o en
la Corea de Norte de Kim Jong-un, el monarca hereditario? ¿Acaso por aquellos
años 70 del pasado siglo, las universidades católicas de Polonia, no las
estaban pasando canutas?
También hubo religiosos
españoles, como el sacerdote Paulino García, que escribía en 1970:
“¡Adelante la
izquierda, mierda! Ojalá lleguen
al poder y acaben para siempre con la explotación, el hambre, la incultura,
etc., etc.
Su triunfo y la
implantación del auténtico socialismo serán definitivos en América Latina... Sean fieles al marxismo. Su triunfo adelantará la historia”. ( I )
También había otros que
decían “Nosotros reverenciamos al Che
Guevara”, personaje cruel partidario del odio y del asesinato.
Además de los clérigos,
ya fuesen jesuitas o sacerdotes, infiltrados en los citados “movimientos”,
había otro tipo de personas que, por los motivos que fueran, apoyaron los
citados “movimientos”. Tal es el caso del chileno Fernando Castillo Velasco
que, aunque se definía como cristiano, era promarxista, siendo uno de los
responsables de la infiltración marxista en la Universidad Chilena.
En la próxima entrega
seguiremos viendo más colaboradores de los citados “movimientos”, en los que,
como ya hemos visto en esta entrega y en las anteriores, figuran muchos
religiosos.
( I ).- Diario ABC de fecha
17 de julio de 1985, miércoles, en imagen enmarcado.
Continuará.
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