Como ya sabrán, de vez
en cuando se crean "comités de sabios" y de “expertos” para crear y
elaborar "planes" de todo tipo, ya sean sociales, económicos e
incluso urbanísticos, como ocurrió en Oviedo en su día. También se crean para
“explicar” situaciones “pandémicas”, como ya sabrán.
La verdad es que dichos comités están muy a la orden del día. Nosotros estamos esperando que se cree uno para estudiar y analizar la etnografía peruana, y otro que nos diga algo sobre las piedras de mechero. Todo es importante, oiga.
¿Cómo es que se les califica de “expertos”? ¿Expertos? ¿Cómo expertos? ¿Acaso
el período transcurrido que va desde que nos ponen el primer pañal al último,
entiéndase la mortaja, llamado vida, tan corto y tan efímero, nos da
tiempo para ser expertos en algo? ¿No seremos unos neófitos en todo?
Nos llama la atención el ver, cuando algún miembro de dichos comités sale a la
palestra, la tranquilidad, el sosiego, la imperturbabilidad y la flema con la que
exponen los asuntos. El mismísimo lord Bentley sentiría envidia de esta flema
pues, como ya sabrán, avisado dicho lord por su mayordomo de que su esposa en
esos mismos momentos estaba acostada con su chófer Percival, el lord le
contestó:
“Espero que Percival no se fatigue mucho, pues esta tarde tiene que llevarme
a Londres”.
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