viernes, 23 de diciembre de 2016

“El oro de Negrín” ( y I V )



Así se intitula el libro de Francisco Olaya Morales, Nossa y Jara Editores, S.L., 1998, 566 páginas.
Como decíamos en las anteriores entregas, el autor fue un político e historiador anarquista y destacado militante de la CNT. En setiembre de 1939 fue encarcelado durante varios años por haber organizado la primera huelga contra Franco en ese mismo año. Tras su liberación se exilió en Francia, muriendo en París en marzo de 2011. Había nacido en Linares en 1923.

En ésta última entrega veremos lo que opinaban de Negrín el socialista Luis Araquistain, la FAI y Edmundo Domínguez Aragonés, a la sazón dirigente socialista de la UGT.

Someramente diremos también que Luis Araquistain fue desde muy joven miembro del PSOE, estando muy de acuerdo con Largo Caballero. Fue director de revistas y periódicos tales como “Semanario España”, “Leviatán” y de “Claridad”. Durante la República fue, al igual que Largo Caballero, partidario del marxismo. Fue embajador de la república en Alemania y Francia. Era una persona de carácter revolucionario, aunque después del exilio fue partidario de una entente entre demócratas, monárquicos y republicanos. Tal actitud le granjeó la enemistad de muchos correligionarios. Dicho esto, vean lo que Araquistain opinaba de Juan Negrín:

“Creo sinceramente que este hombre está loco; es una especie de loco dios a quien un poder excesivo e irresponsable, ejercido sin limitación durante dos años, y el temor de perderlo un día, han alterado su juicio, nunca normal. En sus apetitos desordenados, tanto de los goces materiales como de la fruición del mando, hay mucho de patológico. Siempre se creyó un dictador en potencia (…) Adivino que todos sus defectos son un reflejo de una naturaleza infantil y débil, que sólo puede afirmarse e imponerse mediante la mentira y el engaño”.

De la FAI, Federación Anarquista Ibérica, nada comentamos porque todo el mundo sabe quién fue. Un informe de esta Federación, dice de Negrín:

“Lo único público de este hombre es su vida privada, y ésta, sin duda, dista mucho de ser ejemplar y de expresar una categoría de personalidad superior. Una mesa suntuosa y superabundante, con vinos y licores sin tasa, y un harén tan abundante como su mesa, completan su sistema. (…) Negrín es un holgazán. Su dinamismo se agota en ajetreaos inútiles, en festines pantagruélicos y harenes sostenidos por las finanzas de la pobre República”.

Sobre Edmundo Domínguez Aragonés, diremos que fue vocal del Comité nacional de UGT y vicepresidente de la Comisión Ejecutiva también de UGT. Se exilió en Méjico a donde había llegado desde Francia a bordo del buque “Ipanema”. Murió en Jalisco en 1976.

Vean lo que este señor decía de Negrín:

“Me han dicho que se come tortillas de doce huevos y que todas las noches se acuesta con tres mujeres”

En fin, querer reivindicar a Negrín, como pretenden ciertos historieteros en la actualidad, es poco menos que demencial. Es lógico que se hable y se comente sobre los Azaña, Besteiro, Prieto, Largo Caballero, etc, etc, porque éstos, al menos, escribieron memorias, libros, artículos, cartas, diarios, pronunciaron discursos, etc. Sin embargo Negrín no hizo nada de esto, además de ser un mal orador, evitando hacer discursos en las Cortes o incluso en reuniones con sus colegas médicos.

Por otra parte no hay que olvidar que hizo caso omiso de muchos compañeros de partido cuando le dijeron en 1938 que la república estaba perdida, prolongando la guerra inútilmente, lo que supuso sufrimiento y muerte de muchos miles de españoles, mientras él vivía cómodamente en Francia.

Y terminamos con un asunto que parece olvidado: en 1946, Indalecio Prieto lo expulsó del PSOE, acusándole de ser un lacayo del PCE y de la Unión Soviética.


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