No nos cansaremos de hablar sobre marxismo. No solamente hemos
leído a Marx y a Lenin, sino también a Antonio Gramsci, a Carlos Marigella, a
Rosa Luxemburgo, a Che Guevara, a Fidel Castro y a un sin fin de comunistas y
ex comunistas. Por cierto, el dictador cubano, haciendo uso de la prepotencia
marxista de la que ya hemos hablado varias veces, decía en 1971 a Salvador
Allende, cuando fue a visitarle a Chile:
“Pero nosotros consideramos que este continente tiene en su vientre una criatura que se llama Revolución. Que viene en camino, y que inexorablemente, por ley biológica, por ley social y por ley de la historia tiene que nacer. Y nacerá de una forma o de otra. El parto será institucional, en un hospital, o será en una casa. Serán ilustres médicos o será la partera quien recoja la criatura, pero de todas maneras habrá parto”. Sin comentarios.
“Comunista
es alguien que ha leído a Marx. Anticomunista es quien ha comprendido a Marx”.
Como es
sabido, y algunos se lo creen aún hoy día a pies juntillas, el marxismo dice
que la sociedad se encuentra dividida en clases, y que la mayoría de estas
clases están explotadas por la clase dominante, que cuenta con el aparato
represivo del Estado, el cual, a su vez, es el encargado de difundir una
“ideología” para mantener al pueblo acogotado. Precisamente el marxismo
cae en este defecto que critica ya que, entre otras muchas de su ideología,
suprime las libertades de todo tipo, quedando el pueblo totalmente oprimido y
subyugado.
A los
fanáticos y frenéticos marxistas, les recomendamos leer los libros que tenemos
comentados en este blog, tales como “Avenida
de Karl Marx”, “Cartas a Stalin”, “Cartas de la prisión y de los campos”, “Che
Guevara”, “Comunismo y nazismo. 25 reflexiones sobre el totalitarismo en el
siglo XX”, “Crimen sin castigo”, “Dulces guerreros cubanos”, “El cero y el
infinito”, “El legado de Fidel Castro”, “El furor y el delirio”, “El libro
negro de Carrillo”, “El libro negro de la izquierda española”, “El libro negro
del comunismo”, “El libro rojo de los mártires chinos”, “El lobo del
Kremlin”, “El tercer ejército de la URSS”, “El terror bajo Lenin”, “El
verdadero Lenin”, “En el país de la gran mentira”, “España traicionada. Stalin
y la guerra civil”, “Historia oculta del PCE”, “Karl Marx y la tradición del
pensamiento político occidental”, “Koba el temible”, “La ceguera voluntaria”,
“La corrupción en la Unión Soviética”, “La gran impostura”, “La gran
mascarada”, “La nomenklatura. Los privilegiados en la URSS”, “La Unión
Soviética: de la utopía al desastre”, “La Unión Soviética y la guerra Civil
Española”, “Leales camaradas, asesinos implacables”, “Marx”, “Queridos
camaradas”, “Rusia, mi padre y yo”, “Si el mundo os odia”, “Sinfonía en rojo
mayor”, “Yo escogí la libertad”, “Yo, jefe del servicio secreto militar
soviético”, “1984. Carta a Fiel Castro”, “Árbol de odio”, “Archipiélago Gulag”,
“Avenida de Karl Marx”, “Breve historia del socialismo”, “Checas de Madrid”,
“Comunismo y nazismo”, “Con la piel de cordero”, “Conspirador: Lenin
en el exilio”, “Contra la mentira”, “De los archivos literarios de
la KGB”, “Terror y utopía. Moscú en 1937, “Terrorismo: la red internacional” y un larguísimo etc. En estos libros
se verá todo el terror, el odio y la mentira de la ideología marxista. Y otra
cosa: el Estado está totalmente militarizado. Lo de “No a la guerra” y lo de la “Pax
soviética”, sólo se lo creen los “idiotas útiles”.
Uno de los
pilares marxistas, como es sabido, es el choque y enfrentamiento entre patronos
y obreros, que si bien es verdad que algunas veces existen, no son como los
pinta el marxismo, pues ambos quieren, por razones obvias, el buen
funcionamiento de la empresa.
Pero es igual,
siguen envenenando con su llevada y traída crítica a la “ideología burguesa”
que es la que genera pobreza y, por tanto, la guerra. Si así fuese, en la
desaparecida URSS tenía que haber una brutal guerra, ya que el comunismo dejó
allí 145 millones de pobres.
Y este
argumento de la pobreza es el que aún se usa hoy día para justificar los
desmanes cometidos por las izquierdas durante la II República española. Vamos a
ver: en aquellos años había pobreza en muchos sitios, como por ejemplo, en
amplias zonas orientales de Europa, en las que se incluyen muchas naciones y
territorios dominados por el comunismo, como en la mismísima Rusia. También en
Grecia y Portugal, por ejemplo, había pobreza. Y no hubo guerras en esos
sitios. Lo que sucedió aquí en España fue que se especulaba constantemente con
dicha pobreza por parte de todos los partidos y sindicatos llamados “obreros”,
como el PPSSOOEE, el PCE, la CNT, la FAI, el POUM, etc, que, dicho sea de paso,
se llevaban entre ellos a matar, (recuérdese el asesinato de Andrés Nin, líder
del POUM, por los comunistas), impidiendo esta especulación el intento de
solucionar la situación y que terminó como todos ya sabemos, por mor, entre
otras cosas, de las medidas demagógicas de las izquierdas.
Y para
terminar, otra consideración: como es sabido el marxismo odia, entre otras
muchas cosas, la iniciativa privada, que es la que verdaderamente genera
riqueza y bienestar, sustituyéndola por la gestión colectiva que, como ya quedó
demostrado en la implosionada URRS, es improductiva y estéril. Precisamente
este fue uno de los factores que determinaron su desaparición.
No hay comentarios:
Publicar un comentario