Como decíamos en la anterior
entrega, en ésta y siguientes veremos algo sobre el tema económico, viendo
someramente la rehabilitación de la moneda, en donde el Estado devora y lanza
billetes, así como la pobreza de los trabajadores soviéticos, etc, etc
Como ya saben, según el
socialismo “científico” del judío Marx, la moneda es innecesaria, aunque dentro
del imperio soviético tuvo un gran prestigio. Esto se veía en las grandes
ciudades como Moscú, Leningrado, etc, etc, en las que por todas partes había
fachadas y muros empapelados exhortando al proletariado para que suscribiese
préstamos. Para motivar esta iniciativa, se decía a dicho proletariado que
obtendría premios anuales mediante un sistema de lotería, incentivando a la
gente a acudir a los bancos, así como a los trust del sistema.
Al mismo tiempo, se vendían
rentas creando, obviamente, rentistas, aunque esto no era óbice, ni valladar ni
cortapisa para atacar a la “burguesía”. Sin comentarios.
Dicho sistema de lotería permitía
ganar a un “proletario” entre 10.000 y 20.000 rublos (a veces más), lo que le
permitía vivir sin trabajar como cualquier “burgués”. Sin comentario también.
Por otra parte, y como ya saben
también, el Estado acapara todos los quehaceres y actividades, ya que es el
hotelero, el librero, el banquero, etc, etc, produciendo, distribuyendo,
consumiendo y devorando el dinero en metálico y lanzando papel-moneda a
tutiplén, todo ello controlado por los privilegiados de la “nomenklatura” que,
asentados en suntuosas oficinas, manejan cheques, giros, cupones, títulos, etc,
etc, erigiéndose en “vigilantes y custodios” de las operaciones, teniendo por
base una moneda de bronce con la efigie de Lenin ¡Qué contradicción más grande:
la imagen de un sujeto que odiaba al capitalismo, presidiendo todo un mundo de
actividades burguesas! Ni qué decir tiene que todo eso generaba miseria y
pobreza en el proletariado, pero, claro, oiga, esto no se decía.
En la próxima entrega veremos
algo sobre lo que decía propaganda comunista acerca del “modus vivendi” del
proletariado. Todo farsa y mentira.
Fuente: “El imperio soviético”, autor Dionisio R. Napal, Editorial Stella Maris, Buenos Aires,
setiembre de 1932, páginas 165 a 167.
Continuará.
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