domingo, 19 de noviembre de 2023

Colapso de la URSS. Cambio de vida para millones de personas ( X I I I )


Como decíamos en la anterior entrega, en ésta veremos algo sobre lo que la “nomenklatura” del régimen consideraba como “crímenes contra la revolución”.

La obsesión de grandeza, acompañada de la obsesión de mentir, se hallaba tan acentuada en la “nomenklatura” soviética que, en muchas ocasiones, se consideraban como “crímenes contrarrevolucionarios” cualquier discrepancia, o un simple reflejo que descubriese la verdadera realidad económica de la URSS, ya fuese mediante un estudio económico o una simple estadística, que desmontaban las “ilusiones” de los caudillos de la citada “nomenklatura”.

El pueblo, mejor dicho, las masas, se hallaban imbuidas, por mor de la propaganda asfixiante del régimen, de una idea de construir un país fuerte y grande para defenderse de los enemigos europeos. Esta idea, junto con otros pensamientos del mismo tipo, fueron los pilares que aseguraban la permanencia en el poder de los bolcheviques.

Ni el monstruoso Lenin, ni el criminal Stalin, fueron capaces de solucionar los problemas que planteaba el mundo rural. El descontento popular hizo trizas los planes quinquenales. Las represiones hicieron su aparición, y millones de personas fueron vilmente asesinadas.

A pesar de que se estaba demostrando que el sistema no funcionaba, el Estado seguía dominando y regulando el comercio, tanto exterior como interior, por medio del “Comisariado” que, como es obvio y lógico en los sistemas comunistas, era el encargado de eliminar la “intervención económica del mundo capitalista”.

Por otra parte, al cerrar las fronteras a los productos fabricados en el resto de naciones, obligó al régimen a que la URSS se surtiese de costosísimas y malísimas manufacturas retardando, como es obvio, el desarrollo de la propia industria.

Sin embargo, para el gasto militar no había contención alguna. Se explotaban, nunca mejor dicho, todo tipo de industrias, ya fuesen mineras, químicas o metalúrgicas. Como el pueblo, perdón, las masas, se daban cuenta de esto, la propaganda del sistema “aseguraba la inmediata reconstrucción interna de Rusia” que, claro, oiga, era sinónimo de prosperidad, prosperidad que no se veía por ninguna parte.

En próximas entregas seguiremos con el tema económico, viendo someramente la rehabilitación de la moneda, en donde el Estado devora y lanza billetes, así como la pobreza de los trabajadores soviéticos, etc, etc

 Continuará.




 

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