Vamos a ver ciertos personajes mitológicos. Algunos de ellos podrían “vivir” en estos tiempos sin ningún problema. También veremos palabras, e incluso frases, que se usan hoy día y cuyo origen son nombres de la mitología. Aclararemos que la citada mitología a la que hacemos referencia es la griega, y en algunos casos la romana.
Como decíamos
en la anterior entrega, ésta la dedicaremos a Cupido, que fue uno de los
personajes mitológicos más manejados y manoseados por poetas y “poetoides”.
Cupido era el dios romano del amor, equivalente al Eros griego. Era hijo de Venus y de Marte. Fue amamantado en las selvas por todo tipo de fieras, que sólo con él no tenían agresividad. Su madre, temerosa de Júpiter, que quería eliminarlo al nacer, fue la que decidió llevarlo a la selva. Allí creció bello como su madre, audaz y feroz. Estaba desprovisto de razón, igual que sus nodrizas salvajes.
Cuando fue un poco mayor, pero aun siendo un niño, construyó
un arco y unas flechas y se dedicó a matar a los mismos animales que le habían
alimentado en su infancia. Posteriormente construyó un arco y unas flechas de
oro, que lanzaba contra las personas para sembrar olvido e ingratitud en sus
corazones. Nadie estuvo exento de semejantes ataques, incluida su propia madre.
Su maldad e impiedad eran manifiestas. ¡Ah!, y además el pollo tenía alas.
En fin, esta es una somerísima “biografía” de este
dios manoseado por literatos, cantantes, compositores y también por el “pueblo
soberano”.
Continuará.
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